Lograr un peso saludable debe ser el objetivo de todas las personas, ya que con ello se mejora la calidad de vida al evitar la aparición de múltiples enfermedades. Por lo que muchas personas recurren a diferentes métodos desde lo natural hasta productos químicos que aseguran lograr los resultados esperados en poco tiempo. Pero en muchas casos no surten efecto y por el contrario ponen en riesgo la salud. Entre las alternativas se habla de la Metformina. Que se refiere a un medicamento utilizado para regular los niveles de azúcar en la sangre en aquellas personas que padecen diabetes tipo 2. Pero muchos afirman que también logra ayudar en la pérdida de peso al reducir el apetito, así como la forma en la que el cuerpo usa y almacena la grasa.
Según algunas investigaciones la pérdida de peso no ocurre de forma rápida, es un proceso que tarda de uno a dos años y la cantidad depende de cada persona, pero según el estudio oscila entre las 6 y 7 libras en el periodo de tiempo dicho anteriormente, por lo que no es un gran cambio.
Qué ocurre cuando se toma Metformina
Si se toma el medicamento sin seguir hábitos saludables no conducirá a la pérdida de peso, ya que el medicamento aumenta la cantidad de calorías que se deben quemar con el ejercicio. Además, cualquier pérdida de peso solo durante el tiempo en el que se consuma, lo que indica que si suspende el consumo se puede recuperar el peso perdido.
La única ventaja es que este tipo de medicamentos para la diabetes no aumenta el peso. Sin embargo, no está avalado para ser un producto exclusivamente diseñado para bajar de peso.
En algunos casos el médico puede recetar el medicamento si presenta diabetes o pre diabetes, de igual forma si sufre de obesidad. Todo esto con el propósito de ayudar a controlar la diabetes o prevenir su aparición y ayudarle a disminuir el peso corporal.
Como se usa la metformina
El médico es la persona encargada de recetar la dosis de acuerdo con el diagnóstico de cada persona. Por lo general se empieza con una dosis baja, luego se va aumentando gradualmente en el transcurso de las semanas. De esta forma se puede reducir los posibles efectos secundarios.
No solo se puede producir una pérdida de peso con el consumo del medicamento, otros factores puede influir y logrará que se confunda con el resultado que debería dar su consumo. El peso se puede ver afectado por la depresión, el estrés, la ansiedad, cáncer, Parkinson o una enfermedad pulmonar. Así como algunos medicamentos para tiroides, TDAH o la quimioterapia y problemas con el sistema digestivo.
Cuándo consultar al médico
Se considera un medicamento seguro, pero ocasiona efectos secundarios que tienen a desaparecer rápidamente con el tiempo, siempre que se consuma de forma gradual y en dosis mínimas. Pero si está perdiendo demasiado peso de forma rápida, se siente sin energía y sin apetito. Lo aconsejable es acudir al médico para diagnosticar las causas, así no se esté tomando el medicamento.
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