
Lo que comenzó con goles, trofeos y estadios repletos, ahora continúa entre cámaras, guiones y escenas de acción. Cristiano Ronaldo, una de las figuras más icónicas del deporte global, ha decidido explorar un nuevo territorio: el cine. Pero no como actor, sino como productor y socio creativo.
Junto al cineasta británico Matthew Vaughn, responsable de universos como Kingsman y Kick-Ass, han dado vida a “UR Marv”, un estudio independiente que promete mezclar la espectacularidad del fútbol con la intensidad del cine de acción.
Su alianza no es simbólica: ya hay dos películas completamente terminadas y una tercera en camino. Todo forma parte de una misma saga, aunque por ahora los detalles se mantienen en suspenso. Lo que sí sabemos es que esta colaboración busca más que entretenimiento.
Su alianza no es simbólica: ya hay dos películas completamente terminadas y una tercera en camino. Todo forma parte de una misma saga, aunque por ahora los detalles se mantienen en suspenso. Lo que sí sabemos es que esta colaboración busca más que entretenimiento.
Cristiano Ronaldo lanza su propia marca de producción cinematográfica
Este nuevo capítulo en su carrera no llega de la nada. El interés del portugués por los medios ya se había reflejado cuando invirtió en uno de los principales grupos editoriales de su país. Ahora, con UR Marv, apuesta por algo aún más ambicioso: construir mundos, héroes y narrativas que, quizás, un día estén a la altura de sus propias hazañas deportivas.
Mientras Vaughn aporta experiencia cinematográfica, Ronaldo suma una marca global, visión de futuro y una capacidad innegable para conectar con audiencias diversas.
Y es que, en los últimos años, se ha vuelto cada vez más común que figuras del deporte trasciendan su disciplina y se aventuren en industrias como el cine, la televisión, los medios digitales y la producción audiovisual. Este fenómeno responde a una combinación de factores: el poder de sus marcas personales, el crecimiento de la economía del entretenimiento, y la búsqueda de diversificación económica ante el final de la carrera deportiva.
Además, los atletas profesionales poseen algo que los estudios de cine y plataformas de streaming valoran enormemente: una audiencia leal y global. Según Nielsen, el 84% de los consumidores globales afirma que confía más en recomendaciones de personas que admiran (como deportistas) que en la publicidad tradicional. Esto convierte a los atletas en socios estratégicos para proyectos de contenido.