Esta habilidad permite que tu recién nacido pueda tener un mayor control sobre sus movimientos, especialmente en sus manitas y brazos.
Para lograr impulsar este aprendizaje, es necesario realizar una rutina de ejercicios que se enfoque en impulsar la destreza de sus manos y dedos, así como su coordinación visual y manual.
En esta ocasión te presentamos 5 ejercicios especialmente diseñados para bebés de 0 a 3 meses que te ayudarán a estimular su crecimiento.
Qué es la motricidad fina en un recién nacido
De acuerdo con la página web del Children’s Therapy & Family Resource Centre, esta habilidad juega un papel fundamental en el desarrollo de la inteligencia.
Cuando un bebé nace, no tiene ningún control sobre sus movimientos. Con el transcurso de los meses, el pequeño irá adquiriendo otros conocimientos, entre ellos la motricidad fina y la capacidad de controlar y coordinar sus impulsos.
No obstante, los expertos aseguran que no será hasta el primer año de vida que el peque empiece a presentar un mayor dominio del movimiento de sus manos y pies.
A partir de ese momento tu pequeño comenzará a tener una mayor autonomía, misma que le será de gran ayuda durante el transcurso de su infancia.
Ejercicios de motricidad fina para tu recién nacido
Con el fin de impulsar este aprendizaje, Augusta Franco Andrade, terapeuta kinesióloga y experta en desarrollo infantil, sugiere los siguientes ejercicios. Toma nota y pon manos a la obra.
#1 Entona una canción
Para realizar este ejercicio solo necesitas cantar su canción preferida o una que lo haga sonreír. Mientras la entonas asegúrate de verlo directo a los ojos y de estar en movimiento, el punto es que tu pequeño pueda seguir tu voz con la mirada.
La especialista recomienda que realices esta actividad cuando sea la hora de comer o mientras está en su cuna. De esta forma podrás realizar tus tareas diarias y dedicarás un par de momentos a su aprendizaje.
#2 Utiliza su juguete favorito
Toma su juguete favorito y espera a que tu pequeño concentre su mirada en él. Después, muévelo lentamente de un lado a otro y de arriba abajo.
La intención es que sus ojitos sigan al muñequito. Sé paciente y no te desesperes, recuerda que es un bebé, es normal que le cueste trabajo concentrarse en un solo punto.
#3 Peek-a-boo
También conocido como el juego del ‘cucú’ o ‘dónde está el bebé’, este ejercicio consiste en que te escondas detrás de tus manos y descubras tu rostro para sorprender al pequeño.
Ahora, una vez que quites las manos de tu rostro debes asegurarte de que su mirada está fija en ti. Intenta moverte lentamente para que sus ojitos te sigan y trata de alejarte un par de centímetros para que también ejercite su cuello.
#4 Juega con sus manos
Para realizar adecuadamente esta actividad, la experta da la siguiente indicación «toma su palma y coloca tu dedo en el centro. Como un reflejo, tu pequeño intentará cerrar su mano».
En caso de que no lo haga, menciona, puedes estimularlo realizando un ligero masaje en sus deditos. Repite esta actividad hasta que intente cerrar su manita.
#5 El mejor aliado: las sonajas
Las sonajas tienen un papel fundamental en el desarrollo de este aprendizaje. Para aprovechar sus beneficios al máximo, la terapeuta sugiere que utilices una que sea llamativa para tu pequeño.
Ya que la hayas elegido, debes ponerla entre sus manos. Ayúdalo a sostenerla y gírala lentamente para que tu bebé logre escuchar el sonido que emite.
Finalmente, recuerda que todos estos ejercicios deben realizarse con cuidado y eligiendo el momento ideal en el que tu pequeño esté más descansado y dispuesto a prestar atención. Una vez que los lleves a cabo, notarás que tu bebé estará más atento y reaccionará con mayor rapidez a estímulos visuales y sonoros.
En un gran inicio para comenzar a trabajar en su desarrollo cognitivo y motriz.
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