Los alimentos enlatados son habituales en nuestra dieta, ya que son limpios y normalmente nos sacan de un apuro cuando no tenemos tiempo ni ganas de cocinar. Pero, ¿es mejor consumir los alimentos de esta manera?
Antes de nada debemos saber que las conservas se realizan a partir de materias primas frescas, es decir, alimentos de calidad que después de ser sometidos a un proceso térmico específico se envasan para que aguanten en perfectas condiciones durante más tiempo, de manera que se puedan consumir cuando el cliente quiera. Es una buena forma de ingerir alimentos que de otra forma no comemos.
Cuando el alimento se somete a las temperaturas necesarias para su envasado, este puede perder muchas de sus propiedades, como vitaminas… Pero, en cambio, conserva intactas otras por más tiempo o las aumenta como los ácidos grasos esenciales, que se encuentran en mayor proporción en las conservas de pescado que en las piezas frescas.
Es cierto que un alimento fresco siempre va a contener más vitaminas que uno enlatado. Pero el nivel de minerales aumenta en las conservas, concretamente el sodio puede llegar a quintuplicarse con respecto a los alimentos frescos. Esto se debe a que en la mayoría de los procesos de enlatado se utiliza la sal como conservante, sobre todo en conservas en escabeche. Este exceso de sodio puede ser perjudicial en personas que sufren de hipertensión.
¿Comer muchos alimentos enlatados puede afectar mi salud?
Cuando se trata de alimentación todo en exceso es malo, y los enlatados no son la excepción. El proceso de enlatado y conservación de los alimentos puede alterar las propiedades del mismo, esto en algunos casos se traduce en un mayor aporte de nutrientes como, por ejemplo, el omega-3 en el caso de los pescados, pero al mismo tiempo reduce la presencia de vitaminas y nutrientes que sí obtendríamos al comer ese alimento fresco.
Este es tan solo uno de los aspectos a considerar cuando comemos enlatados, pero no es el único. Algunos de los aspectos negativos de la comida en lata que pueden afectar nuestra salud son:
- Los alimentos enlatados cuentan con un mayor nivel de minerales, especialmente de sodio al emplear la sal como conservante. Ingeridos en exceso podrían aumentar nuestra tensión arterial, lo que puede conllevar a problemas cardíacos y a una mayor retención de líquidos. Los enlatados bajos en sodio son la respuesta a este problema.
- Una de las ventajas de los pescados y moluscos enlatados es que su contenido de omega-3 suele ser mayor que en los productos frescos. Estos se debe a que se añade aceite a la conservación, lo que potencia la presencia de estos ácidos grasos esenciales. Sin embargo, no hay que olvidar que esto es igual a más grasa, más colesterol y más calorías, lo que no es indicado para todo el mundo. Si quieres evitar tanta grasa deberás optar por productos sin aceite.
- Cuando se trata de frutas enlatadas, las mismas suelen venir acompañadas de almíbares lo que incrementa la presencia de azúcar en las mismas, convirtiéndolas en una opción que no resulta muy saludable y que tampoco es apta para todos.
- Si se opta por alimentos preparados en lata estos aportan grandes cantidades de sal, azúcar y calorías, por lo que no es recomendable abusar de estas opciones.
Aunque son una opción rápida, la realidad es que los enlatados no pueden sustituir en propiedades nutricionales a los alimentos frescos, por lo que deben convertirse en una alternativa eventual y no en la única opción.
¿Cuántas latas comer a la semana?
Siempre que no tengas problemas de hipertensión arterial, colesterol elevado, retención de líquido o diabetes, esto en el caso de las frutas en conserva, podrás consumir entre 2 y 3 productos enlatados a la semana. Elige preferiblemente aquellos bajos en sal, que no estén conservados en aceite y que, de tener almíbar, sea retirado previamente antes de consumir.
Los beneficios de los alimentos enlatados
Aunque existen muchos mitos entorno a los enlatados, la realidad es que este tipo de alimentos también cuentan con beneficios, pues en muchos casos son una alternativa para ingerir alimentos que, de otra manera, probablemente no consumiríamos. Pero, al igual que ocurre con cualquier otro ingrediente, ingerirlos en exceso puede afectar nuestra salud.
El consumo de alimentos en lata cuenta con beneficios como:
- Ofrecernos la posibilidad de ingerir ingredientes que, debido a la disponibilidad en nuestro país o la temporada, es posible que no pudiéramos consumir de otro modo. Este es el caso de frutas como la piña o los melocotones enlatados, y también de productos como los berberechos, las sardinas o el atún.
- Su proceso de elaboración hace que los alimentos puedan conservarse y aprovecharse por más tiempo, haciendo que su uso sea mucho más amplio.
- En el caso de los pescados azules enlatados, cuentan con un aporte de ácidos grasos omega-3 y vitamina B3 mayor que los productos en su presentación natural.
- Son una alternativa rápida cuando deseamos preparar un plato que no nos tome mucho tiempo; sin embargo, es importante consumirlos de manera moderada si queremos garantizar nuestro bienestar y adecuada nutrición.