Todo lo que debes saber del derrame articular

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Todo lo que debes saber del derrame articular
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Se llama «derrame articular» a la acumulación anormal de líquido en las articulaciones. Este puede ser líquido sinovial, sangre o pus. Puede afectar a una o varias articulaciones.

El líquido sinovial o articular es una sustancia viscosa y transparente similar a un gel, rica en ácido hialurónico, lubricina, prostaglandinas, proteinasa y colagenasas. En condiciones normales, se encuentra en escasa cantidad, como una fina película que hace las veces de lubricante.

Sin embargo, en respuesta a un trauma, inflamación o infección, ocurren cambios en el volumen de este líquido. Entonces, allí hablamos de derrame articular.

¿Cuáles son las causas del derrame articular?

Son muchas y diversas las causas que pueden desencadenar un derrame articular. Estas suelen dividirse en traumáticas y no traumáticas, así como en debidas a inflamación local o sistémica.

También se pueden clasificar según su tiempo de duración:

  • Agudos: menor de 6 semanas de evolución.
  • Crónicos: mayor a este periodo.

Derrame articular por inflamación local

Cuando el derrame afecta una zona específica, es local. En este caso, puede deberse a traumas y enfermedades degenerativas, como la artrosis. También a enfermedades como la hemofilia y la hemocromatosis.

Derrame articular por inflamación sistémica

Si el derrame afecta a varias articulaciones, la afección es sistémica. Las causas de este tipo de derrames son las siguientes:

  • Gota.
  • Artritis reumatoide.
  • Lupus eritematoso sistémico
  • Artritis psoriásica.
  • Sarcoidosis.
  • Artritis séptica.

¿Cuáles son los síntomas?

El derrame articular se acompaña de edema o hinchazón, dolor, enrojecimiento, calor y limitación funcional de la articulación. Pueden notarse deformidades y crepitaciones o crujidos.

Cuando el origen de los síntomas es inflamatorio, mejora con la deambulación y empeora con el reposo. Al contrario, el dolor de causa mecánica es el que empeora con el movimiento y mejora con el reposo.

Las algias suelen ser de predominio diurno y no interrumpen el sueño. Pero es preciso destacar que, incluso sin síntomas, podría haber derrame articular.

Calderón y colaboradores realizaron una ecografía articular a 182 voluntarios asintomáticos. Su estudio reveló que en el 87 % de los casos estaba presente alguna alteración. En el 68,1 %, el hallazgo fue un derrame articular.

Artroscopia de rodilla.

¿Cómo se diagnostica el derrame articular?

Para conocer la causa de un derrame articular se necesitan de una historia y examen clínico exhaustivos. Si el derrame se acompaña de dolor, será de vital importancia su localización exacta, así como conocer la naturaleza (difuso/localizado, sordo/electrizante, irradiado), el momento de aparición (temprano en las mañanas, al correr, bajo estrés), los posibles desencadenantes (tos, estornudos, ciertos movimientos), la intensidad y la duración (intermitente, permanente).

Por ejemplo, en la gota, el dolor es intenso y empeora por la noche y la mañana. En la artritis reumatoide es típica la rigidez matinal.

Exámenes de laboratorio

Para diferenciar entre derrames articulares inflamatorios sistémicos y locales, no asociados a trauma, son útiles varios exámenes de laboratorio. En primer lugar, la proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG). Ambas se elevan cuando la afección es sistémica.

Dependiendo del diagnóstico que se sospeche, se profundizará con estudios más especializados, como la medición del ácido úrico sanguíneo, los anticuerpos antinucleares (ANA) y el factor reumatoide. Por último, si con esto no se logra una aproximación al diagnóstico, se procederá a extraer líquido del interior de las articulaciones para su examen minucioso.

Estudios de imagen

Una artrosonografía o ecografía articular suele ser el primer estudio de imagen que se indica. Será de mucha ayuda para distinguir si el problema es dentro o fuera de la articulación.

Entre tanto, la radiografía convencional servirá para descartar fracturas, cuando el derrame articular se relaciona con un trauma. Al mismo tiempo, pueden visualizarse tumores, lesiones óseas y cambios degenerativos o inflamatorios.

La tomografía computarizada y la resonancia magnética se reservarán para casos de difícil diagnóstico. También para traumas complejos o derrames no inflamatorios.

¿Cómo se trata?

El tratamiento del derrame articular dependerá de su causa, de los síntomas acompañantes y de las articulaciones afectadas. Si bien hay algunas medidas para el hogar que se recomiendan, como el reposo, el hielo local, los analgésicos y los antiinflamatorios, lo más aconsejable es consultar a un médico de confianza.

Artrocentesis terapéutica

Merece una mención especial la artrocentesis, un procedimiento indicado ante síntomas agudos de dolor articular, exacerbación de una enfermedad articular crónica o en casos de derrame articular doloroso debido a un trauma. Se penetrará al espacio articular y se aspirará el líquido con una aguja.

Esta intervención debe hacerse en condiciones estériles y por un médico experimentado. Las complicaciones son raras y, si ocurren, no suelen ser graves.

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