El trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad. Causa ataques de pánico repetidos, periodos repentinos de miedo intenso, malestar o sensación de perder el control. Estos ataques ocurren aunque no exista un peligro real. A menudo causan síntomas físicos. Por ejemplo, es posible que sienta latidos cardíacos rápidos o fuertes o piense que está sufriendo un ataque cardíaco.
Muchas personas con este trastorno se preocupan por la posibilidad de tener otro ataque y podrían hacer cambios considerables en sus vidas para evitarlo. Los ataques de pánico pueden ocurrir con tanta frecuencia como varias veces al día, o tan poco como unas cuantas veces al año.
A menudo, el trastorno de pánico comienza a final de la adolescencia o a principios de la edad adulta. Las mujeres tienen una mayor probabilidad que los hombres de desarrollar este trastorno.
¿QUÉ CAUSA EL TRASTORNO?
El trastorno podría ser hereditario, pero nadie sabe con seguridad por qué algunos miembros de una familia lo tienen y otros no. Los investigadores han descubierto que varias partes del cerebro y ciertos procesos biológicos pueden desempeñar un papel fundamental en el temor y la ansiedad.
Algunos investigadores consideran que los ataques de pánico son como una “falsa alarma” en la que los instintos normales de sobrevivencia están activos con demasiada frecuencia o fuerza, o una combinación de las dos. Por ejemplo, una persona con trastorno de pánico podría sentir palpitaciones fuertes y asumir que está teniendo un ataque al corazón Las personas con este trastorno pueden tener:
- Ataques de pánico repentinos y repetidos con ansiedad y miedo abrumadores.
- Una sensación de estar fuera de control, o de tener miedo a la muerte o a una fatalidad inminente durante un ataque de pánico.
- Una preocupación intensa sobre cuándo ocurrirá el próximo ataque de pánico.
- Temor de ir o evitar ir a los lugares donde han tenido un ataque de pánico en el pasado.
- Síntomas físicos durante un ataque de pánico, como latidos fuertes o rápidos del corazón, sudor, escalofríos, temblores, dificultad para respirar, debilidad o mareos,hormigueo o entumecimiento de las manos, etc.
TRATAMIENTOS PARA EL TRASTORNO DE PÁNICO
Si tiene síntomas de este trastorno, hable con su médico u otro proveedor de atención médica. Después de conversar sobre su historial clínico, es posible que le hagan un examen físico para asegurarse de que no tenga algún problema físico no relacionado que le esté causando estos síntomas.
Por lo general, el trastorno se trata con psicoterapia (a veces llamada “terapia de diálogo”), medicamentos o una combinación de ambos. Pregúntele a su médico cuál es el mejor tratamiento para ti.
Psicoterapia
Con frecuencia, se usa la terapia cognitivo-conductual, un tipo de psicoterapia respaldada por investigaciones, para tratar el trastorno de pánico. Esta terapia le enseña diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante diversos sentimientos que ocurren durante o antes de un ataque de pánico.
Los ataques pueden llegar a ser menos frecuentes, una vez que usted aprenda a reaccionar de forma diferente a las sensaciones físicas de ansiedad y miedo durante un ataque de pánico.
Medicamentos
Los médicos y otros proveedores de atención médica también pueden recetar medicamentos que ayudan a tratar el trastorno de pánico. Hay diferentes tipos de medicamentos que pueden ser eficaces para tratar este trastorno, entre estos:
- Antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
- Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN)
- Betabloqueadores (también conocidos como betabloqueantes)
- Ansiolíticos o medicamentos contra la ansiedad, como las benzodiazepinas.
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