Los hábitos saludables como ya sabemos son todas aquellas acciones encaminadas a mejorar nuestra calidad de vida. Entre estas acciones encontramos la práctica de ejercicio diario, alimentación sana y horas se descansó adecuadas.
El bienestar nutricional exige, a veces un cambio de las costumbres alimentarías a fin de remediar problemas innatos o adquiridos.
LA ACCIÓN DE COMER BIEN
No existe una alimentación perfecta, ideal, válida en todo tiempo o lugar, pero si hay diferentes maneras de lograr un equilibrio alimenticio.
Esto se debe tener en cuenta no solamente; no solo las necesidades variables de un individuo a otro, sino también los gustos personales nadie verdaderamente “come de todo” con gusto todo el mundo por lo menos siente cierto desagrado por algunos alimentos o intolerancias a nivel físico por los alimentos al asimilarlos. De ahí que las dietas propuestas deben tener muchas precauciones, teniendo en cuenta que solo son esquemas, guías con base en donde se podría “establecer” un equilibrio nutricional.
Distribución de las comidas para una alimentación sana
Un suministro alimentario literalmente correcto no basta para realizar el equilibrio de la alimentación, es necesario también que se haga una buena digestión, la cual excluye comidas demasiado abundantes.
La sobrealimentaron es uno de los factores de mayor incidencia en las enfermedades cardiovasculares, la diabetes en la edad madura y por supuesto la obesidad y sus numerosas complicaciones.
TIPS PARA UNA ALIMENTACIÓN SANA Y SIN ESTRES
- Comer abundante fruta y verdura, la fruta preferiblemente sin pelar siempre que sea posible.
- Sustituir los alimentos refinados como pan blanco, azúcar blanco por integrales o en su efecto eliminar totalmente el azúcar de nuestra dieta
- No abusa de frituras, guisados u horneados.
- Reducir al mínimo el consumo de café.
- El desayuno debe ser la comida más importante del día este debe ser equilibrado y muy frugal.
- Frutas y verduras frescas preferiblemente crudas en las ensaladas.
La alimentación sana y equilibrada supone en gran medida a los hábitos alimentarios poco sofisticados y más naturales.
Se trata de dar más importancia a la calidad y variedad de los alimentos, llevar una dieta sana y equilibrada la cual nos ayude a combatir el estrés, disminuir los malos hábitos alimentarios producto de la ansiedad en la cual incurrimos.
Supone en gran medida a tener un equilibrio y variedad en los alimentos que consumimos.