Las recomendaciones nutricionales no suelen hablar de un mínimo de comer carne para consumirla a la semana y sí existe un máximo. La carne tiene nutrientes para la salud de gran valor, pero hay algunos alimentos que pueden sustituirla.
La carne está en el centro del debate desde hace tiempo. ¿Hay que consumirla? ¿Hay que eliminarla? Lo cierto es que al tratar de mantener una dieta equilibrada cuesta saber dónde está el punto medio.
La Organización Mundial de la Salud ya colocó en 2015 a las carnes rojas -procedentes de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra- en su listado de posibles carcinogénicos (un agente con la capacidad de producir o favorecer la aparición de cáncer), mientras que a las carnes procesadas les dio el título de ser carcinógenas para los humanos por su relación con el cáncer colorrectal.
¿Comer sin carne es alimentarse?
Hay una conciencia muy arraigada de que si no tomamos carne es casi igual que no comer o no alimentarse bien. Y esto no es cierto. En este sentido, Nerea Martin Calvo, profesora titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra (UNAV), explica que “la carne no tiene ningún nutriente esencial que no pueda obtenerse de otra fuente. Si la dieta es variada y equilibrada, uno puede estar perfectamente alimentado sin comer carne. La idea de que una dieta exenta de carne será deficitaria en proteínas, hierro o vitaminas está totalmente obsoleta”.
Hay que recordar que aquellas personas veganas, queno, consumen alimentos de origen animal, deben de tomar suplementos de vitamina B12, sí que para comer bien y dejar de lado la idea errónea de que la carne es lo primordial, hay que comer una gran variedad de alimentos, tanto de origen vegetal como animal. Una buena opción es la dieta mediterránea, que incluye un alto consumo de productos no procesados, dando prioridad a las frutas, verduras, cereales integrales, aceite de oliva, pescado y frutos secos.
¿Cuánta carne se puede comer a la semana?
Por tanto, no hay un mínimo de carne que se deba comer a la semana si garantizamos que nuestra alimentación es equilibrada y, muy importante, variada. Si se retira la carne, sencillamente se suplen por proteínas de pescado, huevos o lácteos.
De esta forma, las recomendaciones se centran más en el máximo de carne que se debe consumir a la semana: “se recomienda no superar las tres raciones de carne a la semana. De esas, solo una debería ser de carne roja (cerdo, ternera). Las otras dos raciones deberían ser de carne blanca (pavo, pollo, conejo). Las carnes procesadas deberían evitarse todo lo posible.
No deben de incluirse más de 3 raciones al mes de carnes rojas y evitar en todo lo posible las carnes procesadas y si se consumen, contabilizarlas dentro de esas 3 raciones al mes que podemos permitirnos.
¿De qué hablamos cuando hablamos de ración? En el caso de carne roja o blanca, cuando hablamos de ración nos referimos a unos 100-150 gramos, mientras que en carnes procesadas la cantidad baja a los 50-100 gramos.
Tipos de carne
La carne puede dividirse en tres tipos en función de su procedencia. De esta forma, Palau destaca:
- Carne blanca: de aves y conejo. Su consumo no se ha asociado, hasta la fecha, con la aparición de enfermedades.
- La carne roja es la que procede del músculo de ternera, de cerdo, de cordero, de caballo y de cabra. Este tipo de proteína animal, rica en nutrientes, pero también en grasas saturadas, se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares.
- La carne procesada es la carne conservada mediante salazón, curado, fermentación o ahumado, como el fiambre, el salami, las salchichas, el chorizo, el jamón cocido, el jamón serrano, el tocino, la morcilla, el fuet, el paté, el chóped, etc.
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