Todo lo que debes saber de la demencia senil

0
483
Todo lo que debes saber de la demencia senil
- Publicidad -

El estilo de vida es un factor determinante para que se produzca o no la demencia senil. Una vida activa, física y mentalmente, junto a una dieta saludable, puede ayudar a prevenir la aparición de este trastorno.

El nombre de demencia senil es una expresión ya en desuso dentro de la ciencia médica. Sin embargo, sigue siendo un nombre común dentro de la cultura popular. Con este, se designan los problemas cognitivos y de comportamiento en las personas de edad avanzada.

Si nos atenemos a una definición más técnica, podemos decir que la demencia senil corresponde un grave deterioro cognitivo, que hace disfuncional a una persona mayor. Esto quiere decir que no puede llevar una vida normal, sin la ayuda de otros.

La demencia senil no es una enfermedad, sino una condición. Se origina en una multitud de enfermedades. Las más comunes son la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington, la enfermedad por cuerpos de Lewy y la degeneración frontotemporal.

¿Qué es la demencia senil?

La demencia senil es en realidad un conjunto de diferentes enfermedades y síndromes que se caracterizan por un deterioro cognitivo progresivo y asociado al envejecimiento. Por tanto, el término “demencia senil” no corresponde a un diagnóstico médico, sino a una nombre genérico y coloquial que utilizamos cuando se desconoce el diagnóstico preciso.

Debido a cómo se manifiestan y desarrollan estas enfermedades, y a la limitación en pruebas diagnósticas específicas, a menudo es difícil obtener un diagnóstico concreto. En cualquier caso, el proceso que lleva a poner nombre a los síntomas que observamos en nuestro ser querido es largo, y a menudo conlleva evaluaciones periódicas por parte del neurólogo que le servirán para observar la evolución del paciente hasta llegar a un diagnóstico.

Se calcula que aproximadamente un 65% de las demencias seniles responderían a un diagnóstico de Alzheimer. Otras enfermedades que causan demencia progresiva y habitualmente vinculada a la edad son: la demencia por cuerpos de Lewy, los trastornos frontotemporales, el Parkinson y la demencia vascular.

Causas y síntomas

Hay más de 100 enfermedades que pueden dar origen a la demencia senil. Sin embargo, hasta el 80% de las personas que tienen esa condición también padecen la enfermedad de Alzheimer. Normalmente afecta a personas mayores de 60 años y es irreversible.

Los principales factores de riesgo para desarrollar demencia senil son: edad, sedentarismo, depresión, baja actividad intelectual, dieta rica en grasas saturadas y diabetes.

Dependiendo de la enfermedad que le da origen, adopta diferentes manifestaciones. Estas son las principales:

  • Demencia senil por enfermedad de Alzheimer. Es la más común. Incluye pérdida progresiva de la memoria, dificultades para expresarse, desorientación espacial y paulatino incremento de la dependencia para realizar actividades básicas.
  • Demencia de origen vascular. Se origina en algún evento de tipo vascular, principalmente un ictus. Los síntomas dependen de la zona del cerebro que haya sido afectada. Su evolución es escalonada y no lineal.
  • Demencia con cuerpos de Lewy. Su principal característica es la presencia de alucinaciones visuales. Es habitual que haya cambios bruscos en el estado mental, inestabilidad postural, movimientos lentos y rigidez muscular.
  • Demencia asociada a Parkinson. Es similar a la anterior. No todos los que padecen enfermedad de Parkinson desarrollan demencia senil. Si sucede, los primeros síntomas se presentan hasta un año después de tener la enfermedad.

Todo lo que debes saber de la demencia senil

Los síntomas típicos de la demencia senil, sin tomar en cuenta su causa, suelen ser algunos como:

  • Pérdida de habilidades sociales y aislamiento progresivo
  • Conductas inapropiadas y eventualmente agresivas
  • Dificultad para memorizar, orientarse y razonar

¿Qué diferencia hay entre demencia senil y Alzheimer?

Existe mucha confusión alrededor de las enfermedades neurodegenerativas y algunas personas entienden la demencia senil y el Alzheimer como enfermedades diferentes. No obstante, el término “demencia senil” en realidad es una expresión coloquial que no tiene su contrapartida en término médico. Dicho de otro modo, la demencia senil no es un diagnóstico.

Por el contrario, se trata de un conjunto de síntomas característico y fácilmente reconocible que son comunes a diversas enfermedades neurológicas que son más frecuentes en ancianos, como es el caso del Alzheimer. Por tanto, podemos decir que, mientras el Alzheimer es una entidad diagnóstica concreta, la demencia senil en realidad es un conjunto de síntomas que pueden ser causados por el Alzheimer, pero también por otras enfermedades como el Párkinson.

Fases

No es nada fácil establecer unas etapas o fases definidas en la demencia senil. Estas suelen variar mucho, dependiendo de las características del paciente y de la enfermedad que da como resultado la demencia. Por lo tanto, no hay una clasificación rígida o única.

Sin embargo, y tomando como referente la demencia senil originada en la enfermedad de Alzheimer, normalmente se presentan las siguientes fases:

  • Fase leve. En esta fase el enfermo es todavía completamente funcional. Simplemente aparecen algunos problemas de memoria a corto plazo, frente a asuntos menores. Muestra cierta dificultad para encontrar palabras al momento de comunicarse.
  • Fase moderada. Es la fase más larga y en la que generalmente la familia consulta a un médico. Los olvidos resultan más relevantes. La persona se muestra desanimada y se aísla progresivamente. La personalidad cambia, hay deambulación y ya no puede realizar muchas actividades cotidianas.
  • Fase avanzada. En esta fase, el enfermo ya no reconoce prácticamente a nadie. Solo ocasionalmente dice una frase aislada. La motricidad está muy deteriorada y necesita de los demás para sobrevivir.

También puedes leer: Dislexia todo lo que debes saber

- Publicidad -