Las señales de que te baja la tensión son que te sientas más débil, mareado o somnoliento. Hay algunos alimentos que te ayudarán subir tu tensión de forma natural para combatir la hipotensión puntual o crónica.
Es fácil encontrar mucha información acerca de la tensión arterial alta, sus causas, consecuencias y tratamientos. Sin embargo, también hay muchas personas que suelen registrar valores por debajo de la normalidad experimentando mareos, cansancio sin motivo o dolor de cabeza entre otros síntomas.
- Si eres de las personas que tienden a tener bajadas de presión (crisis hipotensivas), y padeces alguno/s de estos síntomas citados, a nivel alimentario, serían recomendables ciertos alimentos y bebidas para contribuir a la regulación de la presión arterial y reducir al máximo posible las molestias.
8 alimentos para subir la tensión
Hidratarse con agua
En algunas ocasiones la deshidratación o un golpe de calor en verano pueden ser los motivos de una bajada de presión.
- La solución más adecuada es beber agua. Hazlo poco a poco. La mejor forma de hacerlo es a pequeños sorbos.
Una taza de té o café
La teína y la cafeína son dos sustancias que, siempre que se tomen en cantidades pequeñas, son recomendables en el caso de tener baja la presión.
- Es importante no abusar ni del café ni del té, ya que podrían desencadenar taquicardias.
Regaliz
Otro de los alimentos que pueden ayudarte a darle un empujón a tu tensión es el regaliz. La razón es su contenido en glicirrina. El regaliz se puede consumir en raíz o en infusión.
- El regaliz de palo es fácil de llevar en el bolso o en la mochila. Así, en cualquier momento, en la oficina, en el parque o mientras esperas el bus, podrás consumirlo cómodamente.
Chocolate negro
Gracias a su contenido en teobromina y cafeína, el chocolate negro puede contribuir a aumentar ligeramente la presión arterial.
- Unas onzas de chocolate negro después de cenar o como tentempié a media tarde pueden ayudarte a controlar la tensión.
Queso
En este derivado del lácteo tenemos un aliado para los hipotensos y un enemigo para los hipertensos. Ten en cuenta que a mayor curación del queso, mayor es la cantidad de grasas saturadas, de colesterol y de sodio.
- Tanto las grasas como el sodio son factores que entorpecen la circulación de la sangre y en exceso pueden contribuir al desarrollo de hipertensión.
Bacalao
En su estado fresco, el bacalao contiene unos 90 mg por cada 100 g de porción comestible de sodio. Esta cantidad se ve multiplicada casi por 100 cuando sometemos al bacalao en el proceso de salado. De modo que el consumo de bacalao dependerá del modo en que esté preparado.
- El bacalao desalado puede ser una buena opción para aquellas personas con tendencia a la tensión alta, pero si tu condición es la de hipertenso, habría que optar siempre por el fresco.
Jamón
Al ser un alimento rico en sal (cloruro de sodio), puede ser una buena opción cuando disminuye la presión.
- Precisamente por este aporte en sal, es importante ser mesurado y evitar el consumo excesivo, ya que podrías hacer que te subiera demasiado la tensión.
- Un efecto similar pueden tener los alimentos salados en general, por lo que si necesitas corregir la hipotensión, también puedes optar por comer unas cuantas aceitunas.
Anchoas
Las anchoas, y en general los pescados en conserva, poseen cantidades elevadas de sodio, por lo que las personas con hipertensión han de evitarlos. Por la misma razón, si tienes tendencia a la hipotensión, las anchoas en conserva podrían serte de ayuda para regularla.
- Además, 100 gramos de anchoas aportan una cantidad de calcio (232 mg) muy similar a la que un vaso de leche (300 mg), debido a que nos comemos el pescado entero, con espinas incluidas.
CUIDADO CON…
Si tenemos tendencia a tener la tensión baja, además de elegir alimentos que nos ayuden a subirla, la doctora Sonia Ruiz nos recuerda que:
- No debemos abusar de los alimentos y productos diuréticos y drenantes, ya que, potencian la eliminación de retención de líquidos y contribuyen a que la tensión baje.
- Debemos tener cuidado con las pérdidas de peso bruscas. Bajar muy rápido de peso puede favorecer que la persona presente hipotensión. Lo ideal es optar por una pérdida de peso gradual para que el cuerpo se habitúe de forma satisfactoria.