Si sueles sufrir de cólicos, dolor abdominal, hinchazón, exceso de gases o diarrea, es probable que tengas los síntomas del síndrome del intestino irritable o, también llamado, «colon irritable» ¿Qué debo hacer? Aquí te contamos cuáles alimentos será mejor evitar, entre otros consejos para que tu calidad de vida no se deteriore.
La enfermedad del colon irritable, es un trastorno que ocurre dentro del intestino grueso, causas varias molestias y afecta tus hábitos alimenticios, así que es muy importante controlarlo. Suele afectar más a las mujeres que a los hombres, aunque no se conoce con exactitud el porqué. Otros de los factores de riesgo son tener antecedentes familiares, sufrir de ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental. La sintomatología se puede tratar y controlar realizando cambios en la alimentación, con un buen cuidado personal en general y algunas medicinas.
¿Cómo identificar el síndrome de intestino irritable?
Aunque los síntomas difieren de persona a persona, estos son algunos de los más comunes.
- Cambios en el aspecto de las deposiciones y frecuencia en la que va al baño.
- Estreñimiento o diarrea, también se pueden presentar las dos a la vez.
- Dolores constantes en el abdomen (punzantes, aunque pueden ser leves o moderados).
- Exceso de gases, hinchazón en el abdomen.
¿Cuándo debería preocuparme?
Debes estar muy pendiente de aquellos cambios repentinos dentro de los síntomas del colon irritable, para que acudas de inmediato al médico, ya que podría tratarse de enfermedades más graves, como cáncer de colon:
- Dificultad para tragar.
- Sangrado rectal.
- Vómitos inexplicables.
- Diarrea nocturna.
- Pérdida de peso.
- Dolores persistentes que no se alivian al excretar gases.
¿Cómo se trata la enfermedad?
Hoy en día es aconsejable seguir una dieta especial, aunque esta opción también dependerá de qué intensidad tiene el síndrome de intestino irritable. Teniendo en cuenta esto, existe tratamiento farmacológico.
La alimentación juega un papel clave en el momento de identificar qué es lo que provoca el problema. Puesto que alimentos bajos en fibra y con altos estándares de azúcar pueden empeorar los síntomas.
Evita comer: Muchas personas tienen peores síntomas con ciertos alimentos. Por ejemplo, trigo, productos lácteos, cítricos, frijoles, bebidas carbonatadas, repollo y otras verduras crudas.
Lo ideal es que evites los garbanzos, habas, lentejas, frutos secos, gaseosas, cebolla, col, coliflor, alcohol, café, chocolate, germen de trigo y lácteos.
Cabe resaltar que algunos si pueden comer varios alimentos de los que se recomienda evitar, pero en pequeñas cantidades, recordemos que cada organismo es distinto. Tampoco olvides que el estrés podría desencadenar los síntomas de este padecimiento, logrando que sean peores y más frecuentes. Aunque no es el principal causante.
¿Entonces qué puedo comer?
La alimentación de una persona con síndrome de intestino irritable debe ser variada, equilibrada e intentar que no sea demasiado restrictiva. Por lo que es fundamental buscar ayuda profesional, para que el tratamiento sea personalizado. Recuerda siempre estar hidratado, toma unos 2 litros al día, para facilitar la fluidez intestinal.
Una alternativa a tu dieta
La dieta FODMAP fue creada por la Universidad de Monash (Australia) con el fin de adaptarla a las personas que sufren de intestino irritable. Esta dieta ayuda a identificar cuáles son los alimentos detonantes de los síntomas, es por esta razón que se excluyen alimentos ricos en oligosacárido, fructosa, lactosa y polioles. Aunque si la deseas seguir, lo mejor es consultar primero con tu médico, pues este deberá hacerte un seguimiento y llevar un control.
El ejercicio es beneficioso
Se ha comprobado que el ejercicio regular disminuye algunos síntomas. Como la hinchazón y el exceso de gases, para aquellas personas que padecen intestino irritable con estreñimiento. Manteniéndote ocupado, también lograrás que el ánimo mejore, permitiéndote combatir de forma natural el estrés, la ansiedad o la depresión.