Orégano, gordolobo, fenogreco… son plantas que te ayudan a librarte de la otitis y las molestias en los oídos. Expectoran, desinflaman y tratan la infección.
Los niños son, sin duda, los más proclives a la otitis y al dolor de oídos, a menudo motivo de lloros. Pero también los alérgicos, nadadores, excursionistas y quienes viajan mucho en avión la sufren a menudo, en general con carácter leve.
Existen varios niveles de infección. La otitis externa suele cebarse con los practicantes de natación y buceo, sobre todo si nadan en piscinas no bien depuradas, ríos o lagos. El tipo de otitis más común es la otitis media, una inflamación e infección del oído medio, justo detrás del tímpano, que en ocasiones se cronifica.
4 remedios naturales para la otitis
1. Alcaravea para eliminar la mucosidad
La alcaravea (Carum carvi), pariente del anís, le debe a su aceite esencial un alto poder antiséptico y mucolítico. Bebida en infusión ayuda a eliminar la mucosidad acumulada que afecta de manera refractaria al oído medio. El aceite esencial en gotas por vía tópica combate la infección.
Para ayuda a neutralizar la infección puedes usar flores de saúco y las hojas de eucalipto, aplicadas juntas en vahos (20 g de cada por litro de agua).
2. Gordolobo, una solución tradicional
El gordolobo (Verbascum thapsus) es expectorante y antiséptico. Para preparar gotas, macera 20 g de flores en 50 ml de aceite de oliva 15 días y cuela.
También se toma en infusión. Prepárala con las flores y toma 2 tazas al día.
Un remedio equivalente te lo ofrece el clavo (Eugenia caryophyllata) que actúa a nivel local como un potente analgésico, antibacteriano y antiinflamatorio.
3. Orégano y otras plantas labiadas
Las plantas labiadas, como la menta, la lavanda y en especial el orégano (Origanum vulgare), son todas útiles.
Son ricas en aceite esencial antibacteriano, antiviral y antiinflamatorio. El orégano es útil a nivel externo y se comporta como analgésico, antiséptico y antiinflamatorio.
Se usan las sumidades floridas para elaborar una infusión para compresas, aplicadas sobre la oreja. El oleato, en uso tópico, 2 gotas 2 veces al día como máximo.
4. Harinas de fenogreco y de lino
Las harinas de fenogreco y de lino ofrecen otro remedio tradicional eficaz: antiséptico, antibacteriano y antiinflamatorio.
Aplicadas calientes en cataplasma por vía externa, ayudan a licuar, por efecto del calor, la mucosidad del conducto auditivo.