Cuando pensamos en el platillo principal de una cena navideña, el pavo viene de forma inevitable a nuestra mente. Tanto en México como en otros lugares del mundo, este es el favorito de las mesas decembrinas.
¿Por qué comemos pavo en las fiestas de Navidad?
Algo que tienes que saber, es que los nativos americanos ya conocían el pavo antes de la llegada de los europeos, solo que era conocido como guajolote, que en náhuatl significa “payaso de la selva”. Y este era consumido con normalidad, y no para fechas especiales.
Fue hasta el año 1528, 7 años después de la Conquista, que se celebró la primera Navidad en México, por iniciativa de fray Pedro de Gante. Esto con la finalidad de que los indígenas dejaran atrás los ritos que celebraban en el solsticio de invierno: la fiesta del Panquetzaliztli, en honor a Huitzilopochtli.
Solo que en esta Navidad no figuró esta ave como platillo, pero años más tarde comenzó a introducirse en las primeras navidades, al ser un producto económico y abundante, ideal para que se alimentara un número considerable de personas.
El pavo o guajolote resultó ideal para su consumo en invierno, pues su periodo de engorda era mucho menos al de otras aves, como el pato o la gallina.
Tips para un pavo delicioso
- Adquiere el pavo con anticipación, así permites que se descongele y tenga un mejor sabor.
- Si puedes conseguir un pavo fresco, ¡mucho mejor!
- El vino ideal para el pavo es el rosado. ¡Inténtalo!
- ¿Tu ensalada o relleno lleva apio, cebolla o zanahoria? Pícalos unos días antes y guárdalos en el refrigerador en bolsas de plástico. Se cocinarán mejor y aumentarás el sabor de los mismos.
- Hidrata tu pavo con leche evaporada mezclada con consomé de pollo en polvo. Antes de introducir el relleno, frótalo con mantequilla y más consomé.
Pavo relleno marinado con especias
INGREDIENTES
- Miel al gusto
- Sal
- Hojuelas de chile
- ½ cda. de semillas de mostaza
- Pimienta blanca
- 1 cda. de pimentón ahumado español
- 1 cda. de semillas de comino
- 1 cda. de semillas de hinojo
- 6 duraznos cortados en gajos
- ¼ taza de piñones
- Para el relleno: ½ taza de ciruelas pasas
- 2 naranjas (la ralladura)
- 4 tazas de caldo de pollo
- 1 pavo natural
- Sal al gusto
- 4 dientes de ajo
- 1 cebolla amarilla
- 2 tazas de jugo de naranja
- Salsa de naranja
- 1 rama de tomillo fresco
- Aceite de oliva
- 2 cebollas cortadas en cuartos
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de sal
- 4 tazas de agua
INSTRUCCIONES
- Precalienta el horno a 200 oC. Hierve el agua y agrega el azúcar y la sal. Deja enfriar y sumerge el pavo en el agua por una hora.
- En una sartén tuesta los piñones hasta que estén dorados. Aparte, saltea en un poco de aceite las cebollas hasta que estén suaves.
- Pon a fuego medio el jugo de naranja con la ralladura y el caldo y deja reducir revolviendo con frecuencia. Sazona con miel y sal. Agrega los duraznos y las ciruelas pasas, dejando que la fruta se empape. Cuela la fruta reservando el líquido y agrega los piñones tostados. Rellena el pavo con las ciruelas, pasas, duraznos y piñones dentro de una estopilla.
- Combina las especias en un tazón y frota el pavo con ellas y un poco de aceite.
- Acomoda las cebollas y tomillo fresco alrededor del pavo. Asa en el horno durante aproximadamente dos horas o hasta que esté listo, dependiendo de su peso.
- Procura mojar cada media hora con la salsa de naranja. Para servir, retira el relleno y coloca su contenido alrededor del pavo con las cebollas y adorna con hojas de laurel.