El cáncer de cuello uterino es la causa de muchas muertes a nivel mundial, aunque con un diagnóstico oportuno se puede suministrar tratamiento, ya que es uno de los cánceres que más se puede prevenir. Pero las mujeres no acuden al médico hasta que la enfermedad ha avanzado a etapas más agresivas. En algunas ocasiones puede que ignores ciertas señales para evitar acudir al médico y seguir con las ocupaciones del día a día, lo cual es un grave error.
Últimamente los niveles de mortalidad se han reducido gracias a la prueba del papanicolau y la vacuna contra el virus del papiloma humano. Estas pruebas son fundamentales para la prevención y diagnóstico oportuno. Sin embargo existen algunos síntomas que pueden ser la señal que envía el cuerpo para alertar y salvarle la vida.
Factores de riesgo para cáncer cervical
Lamentablemente este tipo de cáncer no tiene mayores síntomas hasta que este se vuelve muy avanzado. Este padecimiento no es tan común en personas muy jóvenes, por lo general aparece en los 35 años en adelante, pero también depende de diferentes circunstancias y la realización de exámenes de rutina.
Pero aparte del virus del papiloma humano algunos factores de riesgo que pueden desencadenar en cáncer de cuello uterino. Por ejemplo:
- Tener múltiples parejas sexuales
- Historial de infecciones de transmisión sexual
- Tener muchos hijos
- Contraer VIH
- Trasplante de órgano
Síntomas de un cáncer cervical
Cuando el cáncer está más avanzado, las mujeres pueden experimentar ciertas situaciones que alertan de la posibilidad de tener cáncer. Veamos cuáles son:
1-Sangrado vaginal anormal
Este es el síntoma más común de todos, que ocurre cuando el cáncer se ha esparcido, por lo que un sangrado inusual dentro o fuera del ciclo menstrual no debe considerarse como normal. Entonces resulta vital acudir al médico cuando se tienen periodos menstruales muy largos y pesados, después de tener relaciones sexuales, después de la menopausia, después de un examen médico. Este sangrado puede causar anemia, fatiga y mareos.
2-Secreción vaginal con olor desagradable
Cuando el cáncer carece de oxígeno, las células mueren infectando el tumor, lo cual crea flujo vaginal con mal olor. Su consistencia puede ser acuosa, pálida, marrón o una mezcla de fluido con sangre.
3-Dolor durante las relaciones sexuales
A medida que avanza la enfermedad aparece dolor cuando se tienen relaciones sexuales, ya que ocurre un crecimiento tumoral en los tejidos y órganos reproductivos.
4-Dolor lumbar, pélvico
Aparece dolor frecuente cuando existen problemas con los órganos reproductores, como en el cuello uterino. El dolor cerca al apéndice aparece
cuando el cáncer se encuentra en etapas muy avanzadas, por lo que existen otros síntomas antes de que este se presente.
5-Dolor de pierna
Cuando la enfermedad avanza, puede ocasionar presión en los nervios de la pared pélvica que produce dolor en las piernas e hinchazón. Aunque puede estar relacionado con otros problemas médicos, por lo que es crucial acudir al médico.
6-Pérdida de peso
De la misma manera que sucede con otros tipos, uno de los síntomas es la pérdida del apetito sin razón aparente. Aunque algunas veces aunque se consuman alimentos, la pérdida de peso aumenta, convirtiéndose en un problema mayor de salud.
Prevención y tratamiento
Es importante realizar la prueba del papanicolau cada año, para buscar células anormales en el cuello uterino o algún cambio en ellas. Son la mejor forma de detectar la enfermedad de forma temprana.
Si los resultados del examen salen anormales, el paciente debe repetir la prueba seis meses después para tener seguridad en el resultado. Pero si la prueba es normal, pero el examen del virus del papiloma humanos es positivo, se deben esperar el mismo tiempo. Siempre que el tipo de VPH no sea peligroso, porque de lo contrario los médicos puede realizar una colposcopia para examinar detalladamente el cuello uterino.
Otra de las mejores formas de prevenir el cáncer de cuello uterino es a través de la vacuna del VPH, tanto en hombres como en mujeres. Esta vacuna se puede aplicar en niños entre 11 y 12 años, adolescentes y adultos jóvenes en mujeres hasta los 26 y hombres hasta los 21.
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