En emociones tan dispares como las que se producen al enamoramos o deprimirnos participan los neurotransmisores, unas sustancias químicas que actúan como mensajeras entre las neuronas y de cuyo equilibrio depende no solo que estemos sanos, sino que nos sintamos bien.
El cerebro despliega una multitud de sustancias bioquímicas a fin de llevar a cabo sus múltiples tareas cognitivas. Bajo su influjo nos sentimos felices, serenos, atentos, relajados, dinámicos o motivados. Y en momentos cruciales, como un parto o cualquier emergencia vital, ayudan a afrontar el dolor y reaccionar con viveza.
QUÉ SON LOS NEUROTRANSMISORES Y QUÉ FUNCIÓN TIENEN
El cerebro es un órgano compuesto por unos cien mil millones de neuronas que se comunican entre sí, lo que le permite recibir y procesar la información, hacer ajustes y dar instrucciones a diversas partes del cuerpo.
Las neuronas son largas células con múltiples filamentos (dentritas y axonas) que les permiten crear uniones por las que circulan estímulos nerviosos.
Sin embargo, la unión entre las neuronas no es rígida, pues entre los axones y dentritas existe una separación diminuta llamada espacio sináptico.
Para que un estímulo eléctrico pueda cruzarlo y transmitirse a la neurona siguiente es preciso que se liberen sustancias conductoras, los neurotransmisores. Así, se produce la denominada sinapsis química.
Dichos estímulos originan movimientos, despiertan recuerdos, permiten escuchar un concierto, hacen que nos sintamos eufóricos junto a alguien, etc. En efecto, todo parece indicar que en ese espacio vacío entre las neuronas se encierran gran parte de los secretos que explican procesos tan determinantes como la capacidad de aprendizaje y la memoria.
Si exploramos en el interior de las conexiones (sinapsis) de las células nerviosas y las sustancias químicas capaces de establecer puentes entre ellas, estaremos más cerca de entender qué sucede en estados de ánimo tan dispares como el enamoramiento o la depresión.
Quizá también será posible descubrir las bases sobre las que se asientan muchos de los tratamientos para combatir las enfermedades del sistema nervioso.
TIPOS DE LOS NEUROTRANSMISORES
La serotonina
La serotonina es la molécula del humor, del bienestar, por su papel de regulación del estado del ánimo. La produce nuestro cuerpo a partir de aminoácidos como el triptófano. Niveles bajos de serotonina se asocian a depresión, estado de ánimo bajo de o insomnio. La serotonina además tiene funciones en la regulación de la temperatura, el sueño o el apetito. Cuando la serotonina está equilibrada, produce una sensación de bienestar, optimismo, relajación, autoestima y concentración.
Cómo potenciarla: Por un lado, haciendo ejercicio en la naturaleza y practicando técnicas de relajación y meditación como el yoga. Como nuestro organismo no produce triptófano, el aminoácido precursor de la serotonina, hay que aportarlo a través de la alimentación. Algunos alimentos que contienen triptófano son los lácteos, los huevos, el queso, los plátanos, el chocolate y la soja.
Las endorfinas
Las endorfinas, como la serotonina, funcionan en nuestro cuerpo como neurotransmisores. Y como ella también, se genera en nuestro organismo a partir de la alimentación. Las endorfinas tienen efecto analgésico, proporcionan tranquilidad y buen humor. Liberamos endorfinas, por ejemplo, tras hacer deporte.
Cómo potenciarlas: Practicando deporte y realizando cualquier actividad que nos gusta, por ejemplo, escuchando música, caminando, bailando, practicando yoga, riendo, jugando…
La dopamina
La dopamina es el neurotransmisor responsable de las sensaciones placenteras por excelencia. También está involucrada en la coordinación de los movimientos musculares, en la toma de decisiones y en la regulación del aprendizaje y la memoria. Lo más curioso (por cierto, sin dopamina no sentiríamos curiosidad) es que no hace ni un siglo que se descubrió su papel como neurotransmisor. La dopamina también nos estimula a buscar actividades agradables y placenteras. Según algunas investigaciones, la dopamina es la responsable de los sentimientos de euforia cuando nos enamoramos. Además de todas estas funciones más relacionadas con las emociones, la dopamina es muy importante para la función motora del organismo. Como fármaco, se utiliza en el tratamiento de enfermedades como la enfermedad de Parkinson.
Cómo potenciarla: En general, con todas las cosas que nos provoquen placer.
La oxitocina
Se conoce más como la hormona del parto y la lactancia, pero la oxitocina tiene además un papel de neurotransmisor y está involucrada en todas las relaciones humanas. Por ejemplo, está implicada en comportamientos relacionados con la confianza, la empatía, la generosidad, la formación de vínculos o la compasión. Su presencia interviene también en la regulación del miedo.
Cómo potenciarla: Se produce de forma natural cuando hablamos con amigos o personas que nos quieren, ante expresiones de afecto… ¡Hay que pasar tiempo con las personas que queremos y que nos quieren!
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