El amor es el sentimiento motor en la vida de los seres humanos, es puro, bueno y profundo, es desear el bien a la persona que se ama, no obstante, se queda corta la definición, al pensar que solo el amor se desarrolla en las relaciones interpersonales, de la misma manera, es el vínculo afectivo que se construye no con la pareja, sino consigo mismo, es el amor propio el que da las pautas para las relaciones afectivas, basadas en el respeto, el cuidado y el conocimiento, el autoestima, autoimagen, autoconfianza, autoconocimiento, autoconcepto son constructos del ser extremamente relacionados con el amor propio y su conjunto nos permite comprender nuestra identidad, son las acciones que fortalecen y apoyan nuestro crecimiento en todas las esferas.
El respeto, el cuidado y el conocimiento, compromete la aceptación, valoración, percepción y pensamientos positivos hacia su propio ser, implica el descubrimiento de si mismo, el autoconocimiento, saber quien es, hacia donde se dirige, que desea para su vida, y cuáles son sus necesidades, miedos, habilidades, fortalezas, fragilidades, vulnerabilidades y debilidades, al mismo tiempo, es autocuidado y conservación. Aunque el amor propio de forma simple es quererse y aceptarse, va más allá, es construir nuestro proyecto de vida, luchar por nuestro propósito, proteger nuestra esencia y cumplirnos todo lo que nos prometemos y comprometernos con la ejecución del plan de vida que realmente queremos. Respetarse, cuidarse, conocerse y comprometerse contigo misma requiere un proceso de crecimiento, a continuación, 7 dimensiones para edificar y reforzar tu amor propio.
7 maneras de alimentar tu amor propio
1-Conéctate con tus emociones y sentimientos
El amor propio es el constructo de tu identidad, por ende, es un proceso, tú no naces queriéndote, tú aprendes a quererte y lo interiorizas, lo primero que debes hacer es conocerte, descubrirte, conectarse con tu ser, las personas que tienen amor propio, tienen claridad en sus pensamientos, sentimientos y los ponen en práctica, actuando en función de sus necesidades y no en lo que los demás quieren para ellos.
2-Activa tu autoimagen, autoconcepto y autoestima
El autoconcepto, el autoimagen y el autoestima son construcciones íntimamente relacionadas, el primero implica el concepto que tienes sobre ti, lo que piensas de tu propia persona, la autoimagen, es la concepción física, es decir, la imagen que tienes de ti mismo, indistintamente de los estereotipos y cánones de belleza instaurados en la sociedad, aunque todo la carga social de rasgos de belleza nos influencie, somos los únicos responsables de nuestra propia opinión de imagen.
Finalmente, la autoestima recoge las percepciones, de la autoimagen y autoconcepto, que en gran medida determinan la autoestima, quién es la que nos valora negativa o positivamente de forma integral, la autovaloración que hacemos de nosotros está sujeta a nuestro entorno y a la relación que establecemos con él.
Es por ello, que todas nuestras acciones, triunfos, fracasos, miedos, habilidades, en todas nuestras esferas; habla de nuestra autoestima la cual se encuentra en constante crecimiento, hay que cuidarla, nutrirla, y examinar.
3-Autocuidado y protección
Alimenta tu amor propio, cuidando de ti, atendiendo tus necesidades básicas, desarrolla actividades saludables, que alimenten no solo tu cuerpo, sino también tu espíritu y mente, ejercítate, practica la calidad en todo lo que hagas, no importa la cantidad, duerme bien, descansa, lleva una dieta equilibrada, cimienta relaciones interpersonales sanas.
Dedícate tiempo, no temas en ser tu prioridad, eres el actor protagonista de tu vida. No es egoísmo, es una práctica saludable para tu salud mental, fomenta equilibrio en todas las dimensiones.
4-Instaurar límites Confianza y seguridad
Las personas que han construido una relación de amor con su propio ser; tienen la fortaleza de establecer límites saludables, firmes y claros con su entorno y con las personas que interactúan en él; es una manera de ser asertivos ante la manipulación o el chantaje psico emocional. Es una forma de mejorar nuestras conexiones sociales, al dejar claro lo que no es permisible y hasta donde se puede negociar; sin agredir nuestros valores e identidad.
Es importante, no solo delimitar nuestras barreras personales, dado que existen perfiles inteligentes para invadir los espacios personales ajenos y debatir límites. Por tanto, se deben mantener y alimentar.
5-Perdónate a ti mismo como acto liberador y sanador
Tenemos la tendencia de juzgarnos mu duro, es cierto que somos los responsables de nuestras acciones y decisiones; pero no por eso nos vamos a castigar eternamente, los fracasos son aprendizajes, que deben aceptarse con humildad y compasión.
El perdón es un acto liberador y sana el alma; muchas veces guardamos en nuestro ser culpas, rencores, nos reprochamos fallas del pasado que nos limita; ancla nuestra vida y no permiten avanzar, creemos que si nos perdonamos estamos justificando la conducta o la falta y sus consecuencias fueron desastrosas; estas cargas se deben soltar, de lo contrario nos traerá amargura.
6-Respétate
Todos exigimos respeto de los otros, sin embargo, nos olvidamos de respetarnos a nosotros mismos, cuando por causa de no cultivar el autoconocimiento, no conocemos nuestras necesidades, vulnerabilidades, miedos, principios, valores e identidad, difícilmente, podremos constituir límites claros, firmes para protegernos. ¿Qué voy a cuidar si no sé que me enoja, indigna, duele o quiebra?. El autodescubrimiento es una tarea personal y de ti depende escuchar tus necesidades.
7-Esfuérzate en ser mejor
Todas las personas por el hecho de ser seres humanos son importantes, dignas de valor, respeto y amor es por ello; que el esfuerzo es un alimento del amor propio, cada vez que te esfuerzas de forma inconsciente te invade de dignidad, respeto y valor por lo que haces por lo que eres.
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