Malos hábitos en tus entrenamientos
1. Esforzarte demasiado en el gimnasio
Esto puede ser contraproducente por varias razones, incluyendo el riesgo de lesiones, el impacto negativo en la recuperación y el posible agotamiento físico y mental.
No es necesario que te vuelvas loco en el gimnasio varias veces a la semana, esto no cambiará tu cuerpo como crees. Se trata de estimular tus músculos, no aniquilarlos.
La sobrecarga muscular y articular como levantar más peso del que el cuerpo puede manejar adecuadamente o realizar movimientos con mala técnica, puede provocar desgarres musculares, esguinces y otras lesiones.
Además, la falta de descanso adecuado entre entrenamientos y al término de éstos. Recuerda, ¡los músculos necesitan tiempo para repararse y crecer después del ejercicio. Si no se permite suficiente tiempo de recuperación, se puede inhibir el crecimiento muscular y la fuerza.
2. Ser tajante con la comida
Las dietas sin una supervisión de un especialista no son recomendadas, recuerda que no se trata de morirte de hambre o atascarte de comida sin razón. Todo va de acuerdo a las necesidades de tu cuerpo y se complementa con tus objetivos.
Decir «no puedo comer esto porque es malo», o «no hice ejercicio hoy, no me lo como», «solo puedo comer carbohidratos por la mañana y no por la noche». Todo esto se va volviendo perjudicial para nuestra relación con la comida”, recuerda que debes aprender a comer, no obligarte a hacerlo.
Incluso, las restricciones severas pueden llevar a trastornos alimentarios como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón.
La falta de nutrientes adecuados puede desacelerar el metabolismo y afectar negativamente el sistema inmunológico, la salud ósea y la función muscular.
3. Tratar de parecerse a otra persona y compararte
“Al final del día, no importa cuánto puedas apreciar el físico de alguien y decir que son objetivos corporales, no te verás exactamente como ellos”, dijo Rizzo.
Cada persona tiene una composición genética única que determina su estructura corporal, metabolismo, capacidad para ganar músculo y perder grasa, y respuesta al ejercicio.
Compararse con otra persona y tratar de lograr su apariencia ignora estas diferencias individuales y además vuelve más difícil el proceso.
4. No respetar tus horas de sueño
El sueño es fundamental para mantener un sistema inmunológico fuerte, y por supuesto también para la recuperación física, la salud mental y el funcionamiento general del cuerpo. Durante el sueño, el cuerpo repara y construye el tejido muscular dañado durante el ejercicio.
La falta de sueño puede impedir esta reparación, afectando negativamente la ganancia muscular y la recuperación. Recuerda que como adulto debes intentar dormir entre 7 y 9 horas por noche.
Eliminar éstos hábitos de tu rutina o actividades físicas ayudarán a que progreses de la forma correcta, recuerda que los cambios no son de la noche a la mañana, se van trabajando poco a poco.
Cuéntanos, ¿sigues algunos de estos malos hábitos en tu entrenamiento?