La combinación de distintos colores hace más apetecible un plato y es más divertido de preparar y comer. No hace falta incluir todos los colores en cada comida. Lo importante es que, durante la semana, comamos frutas y verduras de color rojo, amarillo-naranja, verde, violeta y blanco.
Cada color de las verduras, hortalizas y frutas está basado en la presencia de pigmentos en su composición. De este modo, cada color se asocia a unas propiedades saludables particulares. De este modo, puedes tener una dieta equilibrada y unos platos más coloridos y atractivos.
Alimentos de color verde
Tales como el kiwi, uva, lechuga, judía verde, pepino, acelga, guisantes, alcachofas o habas.
Favorecen el tránsito intestinal, ayudan a prevenir los efectos del envejecimiento, capacidad de memoria, habilidades cognitivas y degeneración macular.
Además de su alto contenido en antioxidantes, aportan fibra, vitamina A, vitamina C, vitamina B9, potasio, hierro y calcio.
Alimentos de color rojo
Tales como el tomate, el pimiento rojo, fresas, cerezas, granada o la sandía entre otros. Los alimentos rojos son ricos en licopeno y carotenos, lo que nos aporta un efecto antioxidante y favorecen el sistema cardiovascular.
Contienen riqueza en antioxidantes y bajo contenido en calorías, estos alimentos son adecuados para personas con hipertensión y arteriosclerosis.
Alimentos amarillos-naranjas
Entre los que destacan las zanahorias, calabaza, maíz, naranja, melocotón, mango, limón o la piña.
Gracias a su alto contenido en betacarotenos, vitamina A, vitamina C y potasio son muy beneficiosos para la vista, además de ayudarnos a mejorar el estado de la piel, articulaciones y huesos.
Alimentos de color morado
Tales como las moras, arándanos, ciruelas, grosella negra, remolacha, berenjena o lombarda. Son alimentos ricos en antocianinas y antioxidantes, por lo que tienen propiedades anti-envejecimiento.
Son beneficiosos para la vista, la memoria y el tracto urinario.
Alimentos blancos
Como las peras, plátanos, cebollas, melón, champiñones, ajo o coliflor son ricos en potasio y fitoquímicos, como la alicina, un potente antioxidante.
Ayudan a reducir los niveles de colesterol, mejora la circulación y disminuye la hipertensión arterial.
Mediante la dieta de los colores, no solo la comida será más apetitosa, divertida y saludable, sino que es una de las claves para mantener una dieta sana.
Ahora que sabes qué colores debes incluir en tu alimentación, cuando vayas al supermercado asegúrate de comprar varios alimentos de cada grupo de manera que tu cesta de la compra tenga todos los colores del arcoíris.
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