Si luego de seguir una rutina alimenticia y de ejercicios todavía tienes grasa rebelde que se niega a desaparecer, aprovecha este artículo y descubre cómo eliminarla.
Quizá a ti también te haya pasado: por más que hagas de todo para eliminar algunas libras y medidas extra, hay una grasa rebelde que no termina de irse de una vez por todas. Es como si estuviera más pegada que un tatuaje…
Si bien existen algunas alternativas fáciles y efectivas para quitar esos gorditos de nuestro cuerpo, es importante destacar que NO SE PUEDE ELIMINAR GRASA LOCALIZADA.
Entonces, si tu mayor anhelo es que la grasa terca se vaya o por lo menos se reduzca un poco, te invito a que le eches un ojo a los consejos que te daremos.
¿Qué es la grasa rebelde?
La grasa rebelde es un tipo de grasa subcutánea, es decir, situada justo bajo la piel. La expresión se utiliza para indicar la última grasa que te falta por eliminar para estar en un porcentaje debajo del promedio de la población que reúne tus características.
Se hace notar porque se acumula en partes específicas del cuerpo. Si has pasado por un proceso arduo de alimentación y ejercicios, en algún punto notarás que no surten efecto en pequeños cúmulos de grasa. Esa es la rebelde.
Su localización puede variar según cada persona, pero lo más común es que se ubique alrededor de las caderas y los muslos en las mujeres. Mientras que en los hombres tiende a notarse en el abdomen.
Existen distintos tipos de grasa corporal, los cuales van desde:
- Esencial: es la grasa mínima que necesita el cuerpo para proteger los órganos.
- Parda: es la que se quema para calentar al cuerpo cuando hace frío.
- Intramuscular: se encuentra por dentro de los músculos.
- Subcutánea: representa el mayor porcentaje de grasa del cuerpo y está debajo de la piel.
- Visceral: es la más peligrosa de todas y la que dificulta el buen funcionamiento del cuerpo.
Consejos para que la grasa disminuya
Acumular grasa puede ser muy fácil y rápido; la tarea titánica es cuando quieres quitarla, ahí es donde viene el trabajo fuerte.
Pero por suerte, existen algunas prácticas que pueden servirte, más allá de comer saludable y hacer ejercicios.
Ningún esfuerzo está de más, así que a continuación te dejamos varios:
Ten paciencia
Es fundamental ser consientes de que eliminar grasa rebelde es un proceso que conlleva tiempo. Nada sucede de la noche a la mañana, por más que quieras; es la realidad.
Así que cuando te dispongas a deshacerte de la grasa, recuerda cuál es tu objetivo final y sé constante.
Para eliminar la grasa hay que comer equilibrado
¡Ojo no es dejar de comer!
Lleva una dieta equilibrada, donde el mayor consumo sea de frutas y vegetales, disminuir los carbohidratos y eliminar, paso a paso, los alimentos procesados. También es muy importante incluir más proteína y fibra.
Otro nutriente que te conviene incluir en tu dieta para movilizar la grasa persistente, se conoce como CLA, pero su nombre es ácido linoleico conjugado.
Este ácido graso no solo contribuye a movilizar la grasa adherida al cuerpo por años, sino que limita la producción de grasa nueva y promueve la tonificación muscular.
De forma natural, se consigue en los productos lácteos y carnes rojas, preferiblemente que provengan de animales alimentados con pasto.
Muévete más en el día
La idea es que además de hacer tus entrenamientos diarios, subas más escaleras, camines un poco más de lo que hacías antes, uses más la bicicleta, etc.
Básicamente, se trata de que hagas más actividades y vayas dejando el sedentarismo a un lado.
Si quieres que esa grasita rebelde disminuya un poco más rápido, esta es una excelente estrategia.
Entrena fuerte y con ganas
Muchas personas piensan que, por hacer ejercicios de fuerza en lugar de ayudarlos a perder grasa, lo que harán es endurecerla; pero, la verdad, cuando haces ejercicios de resistencia quemas más grasa.
A menudo, muchas mujeres tienen la idea de que entrenar con pesas las hará lucir como un hombre musculoso y no es así, al contrario, las ayuda a perder peso y tonificarse.
Toma bastante agua
Naturalmente, el organismo necesita líquidos (agua) para sobrevivir.
Así que bebe bastante agüita. Si eres de las que le cuesta tomarla, mira este artículo: “Cómo mantenerte hidratado si te cuesta tomar agua”.
Previene su aparición
Entre los consejos que más te pueden ayudar a eliminar la grasa rebelde y prevenir su futura aparición, destaca el hecho de idear una manera inteligente de alimentarte, según las necesidades que demanda tu cuerpo. Pon en práctica el ciclado de carbohidratos para disfrutarlos unos días más que otros.
Establecerás días altos, moderados y bajos en el consumo de carbohidratos, adaptando tu dieta a la exigencia física de cada jornada. Es un plan que, tal vez, te tome tiempo perfeccionar, pero con el que verás resultados.
Además, añade circuitos metabólicos a tus rutinas de ejercicios. Este es un modo de entrenamiento que permite aumentar tu tasa metabólica basal (TMB). Es decir, tu cuerpo va a quemar más calorías a largo plazo, a diferencia de cuando practicas los ejercicios cardiovasculares tradicionales.
Con base en esto, puedes distinguir y elegir entre tres tipos de circuitos metabólicos:
- Circuito metabólico de base cardiovascular: es la manera más habitual. Consiste en correr, usar máquinas de cardio y montar en bicicleta.
- Circuito metabólico de base de resistencia: aquí aplicas resistencia e intensidad a los músculos, empleando balones medicinales, barras, mancuernas y cualquier otro objeto que signifique un esfuerzo por encima de tu peso corporal.
- Circuito metabólico mixto: mezclas los dos circuitos anteriores para aprovechar lo mejor de ambos.
También puedes leer: Ejercicios básicos que deberías dominar
