El veganismo es más que un régimen dietético: es un estilo de vida que muchas personas han adoptado alrededor del mundo. Y, aunque puede tener grandes beneficios para la salud en general, la dieta vegana podría afectar la salud cerebral, según expertos.
¿Por qué la dieta vegana no es conveniente para la salud del cerebro?
Debes saber que los alimentos procedentes de los animales contienen algunos nutrientes claves para la salud cerebral.
Actualmente, en Reino Unido se han presentado más de 40 casos de recién nacidos hospitalizados por un déficit de vitamina B12, debido a que solo se alimentaban de la leche materna de madres que seguían una rígida dieta vegana.
Y es que, algunos de los nutrientes claves para la salud del cerebro se encuentran, de manera predominante, y hasta exclusivamente, en derivados de alimentos de origen animal.
Uno de ellos es justamente la vitamina B12, presente en pescados, carnes, aves de corral, huevos y lácteos.
Una deficiencia de esta vitamina puede conllevar profundos daños en el cerebro detectables en escáneres cerebrales. Los síntomas del déficit de B12 van desde dolores de cabeza, fatigas, mala concentración, sensación de niebla, bajo estado de ánimo y depresión.
Deficiencia de colina
Este es otro nutriente necesario para el cerebro y que también se encuentra en alimentos de origen animal, tales como el hígado, la yema de huevo, carne de res o pescados.
El organismo utiliza la colina para producir neurotransmisores llamado acetilcolina, que juegan un papel importante en el aprendizaje, la memoria, la atención, la motivación y la salud del sueño.
Es verdad que hay vegetales con colina, pero la contienen en menor cantidad que los alimentos de origen animal.
Esto último representa un riesgo para las personas que llevan una dieta vegana.
Deficiencia de yodo en la dieta vegana
Según la OMS, el yodo es un mineral natural necesario e indispensable para prevenir daños cerebrales.
Este mineral se encuentra en alimentos como las algas, mariscos, lácteos, huevos y la sal yodada.
Según varios estudios, las personas con una dieta omnívora cumplen o superan la ingesta adecuada de yodo, mientras que los vegetarianos o veganos cumplen únicamente del 20 al 30% de los que deberían consumir.
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