Hacemos un llamado a ponerle el ojo a los pulmones, no solo ante la COVID-19, sino siempre.
Los pulmones son el órgano del cuerpo con mayor contacto con el exterior (debido a la constante entrada y salida de aire cuando respiramos). Esto hace al pulmón un órgano sensible a virus, bacterias, hongos, infecciones, contaminación ambiental, partículas que inhalamos como la sílice y el asbesto, humo del cigarrillo, cambios de temperatura, estado de ánimo o incluso a los alimentos que consumimos, entre otros factores.
Los 8 consejos definitivos para cuidar tus pulmones y respirar mejor
- Lo que comemos puede afectar al pulmón: controle las harinas, el consumo de azúcar y de comida procesada o con alto contenido de colorantes y conservantes (comida de paquete). Aumente el consumo de agua, frutas y verduras.
- Realice actividad física. Aproveche cualquier momento: bájese unas cuadras antes si usa transporte público, utilice plataformas con videos gratuitos en casa para ejercitarse, lo ideal es al menos 30 minutos diarios. El ejercicio le ayudará entrenar los músculos, incluidos los de la respiración. Si hace actividad física al aire libre, elija las horas con menor contaminación. Puede usar el sitio web de mapa de calidad del aire de su ciudad.
- Procure no hacer mezclas peligrosas de químicos fuertes para limpieza de la casa, como amoniaco y agua caliente. Siga las instrucciones del fabricante de los productos. Cumpla a conciencia las revisiones de las instalaciones de gas, no obstruya la ventilación que recomienda empresa que lo suministra, lo que disminuirá el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono.
- Controle la humedad y ventile los espacios en su hogar. Cuando mantenemos las ventanas y puertas cerradas las partículas producidas por la contaminación ambiental y doméstica, y algunos microorganismos potencialmente peligrosos, como algunos hongos se quedan en el interior del hogar facilitando su inhalación.
- Si en su trabajo está expuesto a polvos, humos u otros agentes, como sílice, asbesto, harina de trigo, entre otros, use siempre los elementos de protección personal. Pueden sentirse incómodos, pero su correcto uso es indispensable.
- Cumpla los esquemas de vacunación de acuerdo a su edad y disminuya la probabilidad de desarrollar infecciones graves por COVID-19, influenza, neumococo, tosferina, entre otras.
- No fume. Recuerde que el cigarrillo además de afectar a quien lo fuma, también daña la salud de las personas que viven en nuestro alrededor, incluso si fuma fuera de la casa. Es esencial que los niños no estén en contacto con el humo de cigarrillo, no solo por el daño que presenta respirarlo, sino también porque los menores de padres o familiares fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar este hábito en el futuro. Por otro lado, no se deje engañar, los cigarrillos electrónicos también son nocivos para la salud, y no se recomiendan como método para abandonar el cigarrillo convencional.
Es importante tener en cuenta que, las enfermedades respiratorias pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Si nota síntomas, aun si estos son leves, como tos, fatiga o falta de aire al realizar las actividades con las que antes se sentía cómodo, u otros cambios con su respiración consulte a tiempo; no se automedique, ni dilate la visita con un especialista probando remedios caseros. Entre más temprano el diagnóstico, mejores probabilidades de controlar la enfermedad y menos riegos de complicaciones.