Las infusiones diuréticas son unas de las opciones para ayudar a eliminar los líquidos sobrante en nuestro organismo. Nos ayudan a eliminar toxinas y también reducen esa hinchazón característica.
En nuestro organismo el agua está distribuida en diferentes compartimentos, en el plasma (que forma parte de la sangre) y dentro y fuera de las células. Cuando el equilibrio entre el agua que está dentro y fuera de esas células se rompe, aumenta la cantidad de agua extracelular y es cuando se produce la retención de líquidos, formándose los edemas.
Los edemas son zonas donde se ha producido un incremento del agua extracelular. Se pueden sufrir edemas locales o en todo el organismo (menos común). Los tobillos, párpados o las muñecas son las zonas más comúnmente afectadas. La zona edematosa se observa hinchada o abultada, la piel está estirada y a menudo más brillante. Si presionamos con el dedo podemos observar cómo queda marcada la huella sobre la piel y va desapareciendo progresivamente.
¿Cuáles son las causas y los síntomas de la retención de líquidos?
Las causas de la retención de líquidos son variadas. Entre ellas encontramos2:
- Aumento de sodio en la dieta.
- Problemas circulatorios.
- Insuficiencia cardiaca congestiva.
- Enfermedades renales.
- Enfermedades hepáticas.
- Sobrepeso
- Menopausia
- Poco consumo de agua
- Estrés
¡La retención de líquidos es fácil de detectar! Entre los síntomas más frecuentes encontramos:
- Aumento de peso inexplicable.
- Hinchazón en piernas y tobillos.
- Aumento del perímetro abdominal.
- Presencia de fóvea (hundimiento de la piel después de presionar con el dedo).
Consejos para evitar la retención de líquidos
En función de cuál sea la causa originaria de la retención de líquidos, se considera correcto a nivel dietético realizar una adecuada ingesta hídrica y una alimentación rica en vegetales y pobre en sodio.
1. Aumentar la ingesta de alimentos que contengan agua
Fundamentalmente, agua, aunque también se pueden tomar caldos o infusiones, de hecho, hay bebidas que hidratan tanto como el agua. Contrariamente a lo que piensan algunas personas, el hecho de beber más agua no va a ocasionar mayor formación de edemas, sino que es necesario hidratarse correctamente para mantener un buen equilibrio hídrico. Solo se limitará la ingesta de líquidos cuando exista un motivo y prescripción médica para ello.
2. Realizar actividades físicas que te ayuden a mejorar la circulación
Para favorecer el flujo de la sangre en las extremidades inferiores puedes practicar algún deporte, como andar en bicicleta, o simplemente bailar o caminar.
3. Evitar los alimentos ricos en sodio
Ya que si se consumen en grandes cantidades favorecerán una mayor retención de agua. Los alimentos más ricos en sodio son las conservas, los embutidos, los quesos curados, los encurtidos y aceitunas, los precocinados, los productos de aperitivo salados, como galletitas, patatas fritas, frutos secos salados, etc.
4. Evitar el sobrepeso y el sedentarismo
Para favorecer la circulación sanguínea y minimizar la retención de líquidos. Se aconseja llevar una vida activa, realizar desplazamientos andando y practicar actividades que comporten movimiento corporal como nadar, bailar, caminar, correr, patinar… Todo ello, además, contribuirá a evitar problemas de exceso de peso corporal.
5. Descansar entre 7 y 8 horas diarias
Trata de hacer descansos cuando puedas durante el día y procura no mantener una misma posición durante muchas horas. Ya trabajes parada o sentada, cambia de postura cuantas veces puedas. Sin embargo, lo más recomendable es dormir siempre entre 7 y 8 horas por las noches.
6. Productos diuréticos con supervisión médica
El tratamiento farmacológico o el uso de productos diuréticos, como la cola de caballo, deben estar supervisados por un médico, ya que pueden provocar náuseas, vómitos, cefalea, dolores musculares, hipotensión, arritmias, aumento del ácido úrico… Debemos huir de dietas diuréticas o depurativas que se basen en una importante restricción de alimentos.
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