El estrés emocional es una parte natural de nuestras vidas cotidianas. Puede ser desencadenado por cualquier asunto que demande más de nuestra atención, desde trabajar hasta tarde y quedar atascado en el tráfico, hasta cambios serios de la vida tales como muerte, divorcio o enfermedad.
Cuando enfrenta una situación estresante, su pulso se acelera, respira más rápido, los músculos se tensan y el cerebro usa más oxígeno y aumenta la actividad. Si la respuesta al estrés dura demasiado tiempo, puede perjudicar su salud.
No hay nada mejor que el ejercicio físico para relajarse. Busca el que más te guste y se adapte a ti y disfruta de todos los beneficios que tiene que aportarte.
El estrés emocional o la tensión emocional aparece cuando damos demasiado de nosotros mismos. Surge cuando tenemos la convicción de que muchas de las cosas que nos rodean escapan a nuestro control.
Así, uno de los principales síntomas de que sufrimos esta condición es el agotamiento. La persona es incapaz de llevar a cabo sus tareas cotidianas, ha llegado al límite y todo le supera.
Cabe señalar que es común que se dé el siguiente hecho: muchas personas acuden a sus centros de atención primera creyendo que sufren alguna afección (problemas de tiroides, anemias, déficits vitamínicos…).
¿Por qué sufro estrés emocional?
Estudios como el llevado a cabo por el doctor Henry M. Evans, de la Universidad de Michigan, nos explican que nuestro cerebro es básicamente emocional.
La mayoría de nosotros mantenemos la certeza de que nuestro enfoque, decisiones y comportamientos son lógicos y racionales.
Sin embargo, filogenéticamente, somos esa especie que actuaba por emociones e instintos y que en un momento dado, aprendió a razonar.
Por ello, todo lo que sucede a nuestro alrededor tiene impacto en nosotros. Si no comprendemos nuestras necesidades, si no disponemos de una adecuada inteligencia emocional, habilidades de gestión y autorregulación, tarde o temprano nos veremos atrapados en los círculos de la ansiedad y el estrés emocional.
Consejos para evitar el estrés
-
Establezca prioridades. Decidir qué cosas se deben hacer y qué cosas pueden esperar y aprender a decir no a tareas nuevas si usted está abrumado(a).
-
Manténgase en contacto con personas que pueden proporcionar apoyo emocional y de otra índole. Pida ayuda a los amigos, la familia y la comunidad u organizaciones religiosas para reducir el estrés debido a responsabilidades laborales o asuntos familiares, tal como el cuidado de un ser querido.
-
Tómese tiempo para hacer actividades relajantes que disfruta como leer, hacer yoga o jardinería.
-
Evite pensar obsesivamente en los problemas. Enfóquese en lo que ha logrado, no en lo que no ha podido hacer.
-
Haga ejercicio con regularidad. Una caminata moderada de solo 30 minutos por día puede ayudar a levantarle el ánimo y reducir el estrés.
-
Si siente que está consumiendo drogas o alcohol para sobrellevar el estrés o si está teniendo pensamientos suicidas, acuda a un profesional de la salud emocional.
También puedes leer: Hábitos que mejoran tu estilo de vida