La fibra y antioxidantes como las avenantramidas otorgan a la avena propiedades contrastadas que vale la pena descubrir. Si sienta bien, ¡no es por casualidad!
Los copos de avena son prácticos, deliciosos y muy nutritivos. De hecho, tienen tantos beneficios que no es extraño que se hayan convertido en uno de los ingredientes más apreciados en la alimentación saludable y que abunden las recetas con copos de avena.
Puedes disfrutarlos en mueslies o porridges, con un poco de leche vegetal, o en barritas de cereales, muffins u otros dulces, aunque el cereal, que puede conseguirse en versión sin gluten, también se puede consumir de otras formas, por ejemplo cociendo directamente el grano o en forma de harina.
Cuando se incorpora la avena a la dieta habitual, por ejemplo los copos de avena en el desayuno, es fácil sentir que muchas cosas mejoran: sienta bien, te sacia, se regula el tránsito intestinal… Pues bien, no son imaginaciones. Estos beneficios de la avena son mucho más que una simple percepción, y no son los únicos.
6 beneficios de la avena
1. Es rica en antioxidantes
Las avenantramidas son unos polifenoles que se encuentran casi exclusivamente en la avena. Según algunos estudios científicos, estos antioxidantes son uno de los componentes que hacen a la avena especialmente beneficiosa para el sistema cardiovascular.
Estos antioxidantes no solo combaten la oxidación celular, sino que tienen un efecto regulador de la presión arterial y un efecto antiinflamatorio. Esto se debe a que aumentan la producción de óxido nítrico, un gas que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos.
2. Alimenta las bacterias buenas del intestino
La avena es rica en una fibra soluble llamada betaglucano, que es fermentable. Eso hace que tenga un efecto prebiótico en el intestino, es decir, que alimente las bacterias beneficiosas que componen la microbiota y favorezca su crecimiento, viabilidad y permanencia en los intestinos.
3. Te ayuda a reducir el colesterol
Los betaglucanos de la avena también contribuyen a reducir el colesterol malo LDL, en parte reduciendo la absorción del colesterol que aportan otros alimentos.
Por otro lado, sus avenantramidas pueden contribuir a evitar la oxidación del colesterol, especialmente si se consume la avena acompañada de alimentos ricos en vitamina C. Todo ello hace que la avena sea ideal para incluir en la dieta a fin de prevenir trastornos cardiovasculares.
4. Regula los niveles de azúcar
Los betaglucanos, al ser solubles en agua, forman un gel durante la digestión que enlentece el vaciado del estómago y el paso de los azúcares a la sangre.
Esto hace que la avena ayude a reducir los niveles de azúcar en sangre y a mejorar la respuesta insulínica. Se considera especialmente útil en casos de diabetes de tipo 2.
5. Mantiene el peso a raya
Como hemos visto, la avena no dispara el azúcar en sangre y esto puede resultar de ayuda en este sentido, pues evita los altibajos de glucosa.
Además, resulta saciante. Todo ello ayuda a controlar la ingesta y a reducir peso.
También puede contribuir el hecho de que la fibra de la avena mejora el estreñimiento. Para este fin, incorpórala a una dieta variada junto con otros alimentos que ayudan a estimular el tránsito intestinal.
6. Previene la aparición del asma
Según un estudio publicado en el British Journal of Nutrition, la introducción temprana de la avena en la dieta de los niños reduce el riesgo de que desarrollen asma de tipo persistente.
Esto puede deberse a que la fibra previene el asma.
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