¿Si no tienes ningún problema médico con esta proteína es bueno prescindir de ella? Pese a que comer «sin gluten» está de moda, una dieta libre de esta proteína no tiene por qué ser más saludable.
Aunque desde hace poco ya no se puede utilizar el etiquetado «sin gluten» como reclamo publicitario, basta dar una vuelta por cualquier supermercado para ver cómo cada vez son más los productos que llevan estas palabras en el envase. Y no es que ahora nos fijemos más en ello porque es un término más conocido que hace tan solo unos años…
QUÉ PUEDE ETIQUETARSE COMO ‘SIN GLUTEN’ Y QUÉ NO
¿Pero qué dice la legislación al respecto? En nuestro país, se permite el etiquetado “sin gluten” cuando el alimento contiene menos de 20 mg por kilo.
¿Entonces, si un producto no lo contiene de forma natural, podría etiquetarse también como “sin gluten”? La normativa lo deja claro: si se hace, puede acabar confundiendo aún más al consumidor; al considerar como “especial” una característica común a todos los alimentos de ese tipo.
El correcto etiquetado de los productos facilita la compra y de seguridad a los consumidores que padecen alguna alergia o intolerancia, Pero en algunos casos puede ser excesivo, ya que por ejemplo la leche o los huevos no contienen gluten por naturaleza.
UNA MODA SIN FUNDAMENTO CIENTÍFICO
En general, no es malo para la mayoría de la población. Por supuesto, sí lo es para las personas diagnosticadas como celíacas e intolerantes o sensibles.
- Se sabe que el 1% de la población son celíacos y se estima que entre un 8 y un 10% podrían ser sensibles al gluten o alérgicos al trigo.
Lo mejor que puedes hacer si sospechas que tienes un problema con el gluten es acudir a un médico especialista“para que pueda diagnosticar con certeza si sufres alguna alergia o intolerancia. Lo que no recomienda es que comiences una dieta “sin” por tu cuenta antes de ir al especialista, porque los resultados de las pruebas médicas pueden ser erróneos.
CLAVES PARA NO DESEQUILIBRAR TUS MENÚS
Una vez detectado el trastorno es importante que los menús libres de gluten sean equilibrados. Y para ello la ayuda de un nutricionista, sobre todo al principio, puede ser fundamental.
- Eliminar el gluten por tu cuenta tiene sus peligros, a menudo, al eliminar los cereales que llevan gluten, se tiende a seguir una dieta desequilibrada, baja en fibra y excesivamente rica en azúcares y grasas, debido a la formulación de los productos sin gluten.
Es habitual que, para conseguir un sabor y una textura similares a los que proporciona el gluten; se añadan este tipo de ingredientes (azúcar y grasas) a los productos «sin». Y como a menudo se cree que son más sanos, podemos acabar comiendo más de lo recomendable.
- Todas las dietas deben ser equilibradas, y las que no tengan gluten también, además de productos hechos con harinas sin gluten; se pueden consumir frutas, verduras, carnes y pescados, siempre y cuando estén elaborados de forma correcta.
APROVECHAR ESTA MAYOR VISIBILIDAD
Como “ventaja” de esta moda, la responsable de sin gluten apunta que puede servir para dar más visibilidad a las personas que sufren alguna alergia o intolerancia.
Actualmente, muchos chefs están modificando sus recetas para normalizar estas situaciones y ofrecer unos menús más diversos y adaptados a estos casos.
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