Los hábitos son conductas que repetimos de una manera constante al grado que se vuelven parte de nuestra vida diaria, por esta razón y en muchas o casi todas las ocasiones, estas repeticiones se vuelven automáticas.
Lo anterior nos puede llevar a buenos o malos hábitos, que por costumbres realizamos; por ejemplo: no desayunar antes de comenzar nuestro día, correr en algún horario definido, fumar uno varios cigarrillos o morderse las uñas.
Nuestro cuerpo se acostumbra a las repeticiones, por esta razón llega un momento que estas se realizan casi sin pensarlo. Gracias a esto podemos crear y controlar nuestros propios hábitos; dejando atrás u olvidando los malos y creando nuevos que beneficien nuestra productividad o salud.
3 hábitos que nos benefician.
Cuida tu alimentación.
Si bien muchos expertos mencionan la importancia de la buena alimentación, recordemos que no solo se trata de consumir alimentos sanos o con nutrientes esenciales, los horarios son también un factor que ayuda mucho; dividir nuestros alimentos diarios desde el desayuno hasta la cena en 5 raciones es lo correcto para una buena distribución de ellos. Esto tendrá beneficios como, sentirnos saciados durante el día, disminuir nuestro consumo de comida chatarra y mantener activo nuestro metabolismo al estar constantemente en trabajo.
Comienza una actividad física
La fiel compañera de una buena alimentación es la actividad física, pero no malentendamos este término, cuando hablamos de comenzar una actividad física no nos referimos a ingresar a un gimnasio, club deportivo, o algún equipo en específico. Podemos comenzar con una caminata matutina de 25 minutos, dar un paseo con nuestra mascota, saltar la cuerda o simplemente comenzar clases de baile en línea.
La idea es tener activo nuestro cuerpo, intenta alguna actividad que sea placentera para ti, crear nuevas actividades, integra a familiares o amigos y ejercítate con otra mentalidad, por gusto y no por obligación.
Intenta alago nuevo y verás como tus días se vuelven más alegres y sin duda te sentirás mucho mejor.
Deja de fumar
Este tal vez es uno de los más difíciles de lograr y de poner en práctica, pero estamos seguros de que si lo intentas, encontrarás grandes resultados. La idea de comenzar un buen hábito es comenzarlo poco a poco. Aquí podríamos iniciar reduciendo el volumen de consumo; ejemplo: si normalmente consumimos de 3 a 5 cigarrillos diarios, diminuye a 3 o 2 y paulatinamente baja la dosis hasta controlarla.
Encuentra los factores que te hacen fumar, estrés, ocio, o simplemente la costumbre de hacerlo y canalízalos de maneras sanas; como por ejemplo: reproduce y canta tus canciones favoritas; consume alguna fruta que sustituya la ansiedad y varea constantemente para que no crees una nueva dependencia o simplemente desvía los recursos destinados a la compra de cigarrillos, al ahorro.
