Cáncer testicular: ¿qué lo causa y cómo se trata?

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Cáncer testicular ¿qué lo causa y cómo se trata
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La mejor manera de prevenir el cáncer testicular es realizándose un autoexamen mensual y haciendo controles periódicos con el urólogo. Cuando esta enfermedad se detecta a tiempo la probabilidad de curación es alta, en la mayoría de los casos.

El cáncer testicular es poco frecuente y, en la mayoría de los casos, se puede detectar en las etapas iniciales, cuando no se ha propagado. El primer síntoma suele ser una hinchazón o un abultamiento en el testículo. Sin embargo, a veces no se presenta ninguna señal.

La mejor manera de detectar el cáncer testicular a tiempo es haciendo un autoexamen mensual. Este es un procedimiento sencillo que resulta mucho más relevante cuando hay antecedentes familiares de esta enfermedad o existe algún factor de riesgo.

Lo más recomendable es que si se nota hinchazón o alguna protuberancia en el testículo, se consulte con el médico tan pronto como sea posible. El cáncer testicular tiene buen pronóstico, cuando es detectado a tiempo.

El cáncer testicular

El cáncer testicular tiene lugar cuando algunas células de los testículos comienzan a crecer sin control. La incidencia de esta enfermedad ha aumentado en varios países del mundo durante las últimas décadas, pero se desconoce la causa. En años recientes, se ha presentado una ligera disminución de casos.

Se estima que este tipo de cáncer se presenta en uno de cada 250 varones. La enfermedad afecta con mayor frecuencia a adultos jóvenes y de mediana edad. Alrededor del 6 % de los casos ocurren en niños y poco más del 8 % tiene lugar en hombres mayores de 55 años.

Masas o bultos en el escroto: causas, síntomas y tratamientos.

Lo más habitual es que el cáncer testicular logre tratarse con éxito. Las cifras indican que la probabilidad de que un hombre muera a causa de esta enfermedad es de 1 en 5 000. Los síntomas habituales de esta patología son los siguientes:

  • Uno o varios bultos o hinchazón en uno o ambos testículos.
  • Dolor o entumecimiento en el testículo o el escroto.
  • Sensación de pesadez en el escroto.
  • Mayor firmeza en un testículo que en otro.
  • Dolor sordo en la ingle o en la parte inferior del abdomen.
  • Acumulación repentina de líquido en el escroto.
  • Aumento de tamaño en las mamas o sensibilidad en las mismas.
  • Hinchazón en una o en las dos piernas por un coágulo de sangre.
  • Dolor de espalda, en la región lumbar inferior.
  • Dolor en el pecho, falta de aire o flema con sangre.

Tipos

En los testículos, hay muchos tipos de células y cada categoría puede dar lugar a uno o más tipos de cáncer testicular. Según la modalidad, variará el tratamiento y el pronóstico de la enfermedad. Las principales clases son las siguientes.

Tumores de las células germinales

Se estima que más del 90 % de los casos de cáncer testicular se originan en las células germinales. Estas producen los espermatozoides y dan lugar a dos tipos de tumores: seminomas y no seminomas. Veamos.

  • Seminomas. Se propagan con lentitud y aumentan una proteína llamada gonadotropina coriónica humana (HCG). Estos niveles se detectan en un examen de sangre, por lo que se puede utilizar para el diagnóstico.
  • No seminomas. Suelen presentarse en varones al final de la adolescencia o alrededor de los 30 años. Comprenden carcinoma embrionario, carcinoma del saco vitelino, coriocarcinoma y teratoma.

Es habitual que el cáncer testicular asociado a células germinales comience con un carcinoma in situ. Este puede evolucionar a cáncer invasivo y no es fácil detectarlo antes de que esto ocurra.

Tumores estromales

En este caso, el cáncer testicular se origina en el estroma, un tejido de soporte que también produce hormonas de los testículos. Corresponde al 20 % de los cánceres de testículo en los niños y alrededor del 5 % de los casos en adultos. Pueden ser de dos tipos:

  • Tumores de las células de Leydig. Estas células producen las hormonas sexuales masculinas. La mayoría de los tumores originados en estas células son benignos. En pocos casos, se convierten en cáncer y, de ser así, tienen un pronóstico poco alentador.
  • Tumores de las células de Sertoli. Estas células nutren a las células germinales, productoras de semen. Como en el caso anterior, la mayoría de los tumores son benignos y si no lo son, no tienen buen pronóstico.

Cánceres secundarios

El cáncer testicular secundario es aquel que se ha originado en otro órgano, pero ha alcanzado a los testículos en su propagación. Lo más común es que se trate de linfomas, que son más frecuentes en varones de más de 50 años. En los niños, el origen más habitual es la leucemia.

Causas y factores de riesgo

La ciencia desconoce las causas exactas por las cuales se produce el cáncer testicular. La mayoría de los casos de esta enfermedad están asociados a cambios en el cromosoma 12. Sin embargo, también hay casos relacionados con modificaciones en otros cromosomas o en el número de estos.

Hay algunos factores que pueden incrementar la probabilidad de sufrir cáncer testicular. La presencia de los mismos no significa que la enfermedad vaya a desarrollarse, sino que favorece su aparición. Son los siguientes:

  • Ser de raza blanca.
  • Tener entre 15 y 35 años de edad.
  • Antecedentes familiares de cáncer testicular.
  • Tener estatura elevada.
  • Testículo no descendido.
  • Infección por VIH.
  • Haber tenido cáncer testicular en el pasado.
  • Carcinoma in situ.

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