Son muchas las personas que viven con un soplo cardíaco. Aunque si bien es cierto que la mayoría de las veces se trata de algo inofensivo, merece la pena saber más al respecto y estar atento a las indicaciones del médico tratante.
¿Qué es un soplo cardiaco?
El soplo cardíaco es un ruido silbante que se escucha durante el latido cardíaco y que es fruto de un flujo sanguíneo desigual a través de las válvulas del corazón. Se trata de un ruido que se asemeja, precisamente, al sonido producido al soplar.
El sonido normal de un corazón sano a menudo se describe con la onomatopeya “lab-dab – lab-dab”, que es el sonido que generan las válvulas del corazón al cerrarse, después de dejar circular la sangre por las distintas cavidades del corazón. Sin embargo, cuando existe algún tipo de problema en el funcionamiento de las válvulas cardiacas, pueden producirse ciertas turbulencias en la circulación de la sangre.
¿Qué tipos de soplos existen?
Los soplos cardíacos pueden presentarse en el nacimiento (congénito) o desarrollarse más adelante en la vida, y se clasifican en:
- Soplos inocentes (denominados también funcionales o sistólicos): el soplo cardíaco inocente no es un signo de enfermedad cardíaca, pues son comunes en los niños y adolescentes y no requieren tratamiento alguno, ni cambios en el estilo de vida. En la mayoría de los casos, estos soplos son inofensivos para la salud y desaparecen al llegar a la edad adulta.
- Soplos anormales: los soplos cardíacos anormales requieren pruebas de seguimiento para determinar la causa, pues suelen ser síntoma de un problema cardíaco más grave, con lo que el tratamiento se dirige a la causa del soplo cardíaco anormal.
Síntomas de un soplo cardíaco
Es frecuente que asociemos los síntomas de un soplo cardíaco al cansancio. Factores como el estrés, las preocupaciones o el clásico agotamiento diario hacen que no le demos importancia a cosas que etiquetamos como “normales” pero que, en realidad, no lo son.
Es importante que sepas escucharte, atenderte y que no descuides ningún aspecto relacionado con tu salud. Estos son algunos de los síntomas de un soplo cardíaco:
- Cuando haces un pequeño esfuerzo, notas cómo, de inmediato, se acelera tu corazón. Subir una escalera, dar una pequeña carrera para coger el metro o levantarte con prisa por las mañanas, te ocasiona de inmediato una fatiga característica y una elevación en las pulsaciones. Es lo más distintivo.
- Te cuesta respirar, por ejemplo cuando llevas un rato andando, notas que debes detenerte porque te falta el aliento.
- Sientes dolor en el pecho como una placa ardiente adherida a esta zona de tu cuerpo cada vez que haces un esfuerzo.
- En casos más graves, es frecuente que, después de subir una escalera, o de andar durante un buen rato, los labios y la punta de los dedos adquieran una tonalidad azulada. Sería síntoma de una falta elevada de oxígeno en sangre que se conoce como cianosis y que, por tanto, hemos de poner en conocimiento del médico.
- Presentar hinchazón y continuas retenciones de líquidos.
- Ante cualquier pequeño ejercicio, las venas del cuello se hinchan llamativamente.
- Debemos estar también muy atentas en el caso de los más pequeños. Si ves que tus hijos no se desarrollan de acuerdo a su edad, y que suelen estar siempre muy cansados, ponlo en conocimiento del pediatra.
¿Cuáles son sus causas?
Los soplos anormales se producen debido a alguna patología en el corazón, ya sean alteraciones de las válvulas u orificios o comunicaciones anómalas en los tabiques que separan las cavidades cardiacas. Estas anomalías pueden ser de origen congénito (al nacer), o pueden estar producidas por:
- Infecciones de la garganta causadas por un tipo de bacterias específico denominado estreptococo.
- Endocarditis o infecciones del corazón.
- El proceso propio de envejecimiento de los tejidos.
- Otras causas: en raras ocasiones, pueden estar generadas por el incremento de la velocidad del flujo de sangre debido a la hipertensión, fiebre, anemia o aumento de hormonas tiroideas (hipertiroidismo).
¿Se puede prevenir un soplo cardíaco?
Hemos de tener en cuenta que una parte de los soplos cardíacos se deben a problemas congénitos, así que lo más adecuado en estos casos, será siempre seguir las pautas y recomendaciones médicas.
Mantener una buena calidad de vida y unos hábitos saludables siempre nos va a permitir prevenir muchos problemas cardíacos, así que nunca estará de más que sigas las siguientes pautas:
- Cuida tus niveles de colesterol: de este modo, podremos evitar el endurecimiento de venas y arterias, y conseguiremos así una correcta circulación de la sangre.
- Cuida tus niveles de hierro para evitar padecer anemia: nunca descuides, pues esos alimentos ricos en hierro y vitamina C que te ayudan a prevenirla.
- Mantén una alimentación equilibrada y variada. A su vez, restringe el consumo de grasas, alimentos procesados o industriales, harinas refinadas y sal.
- Existen infusiones muy adecuadas para cuidar de la salud cardíaca: tales como la cola de caballo, la melisa, la valeriana, el espino blanco, la infusión de romero y ruda o incluso el té verde. ¡Te encantarán!
- Un poco de ejercicio suave cada día: si no tienes ningún problema cardíaco grave, nunca descuides el realizar algún ejercicio que mantenga en marcha tu corazón. Basta con un paseo de 20 minutos, o un poco de natación.
- Establece con tu cardiólogo revisiones periódicas: con las cuales descartar cualquier problema.
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