Estudios han mostrado que la exposición maternal a partículas de carbón negro y más contaminantes en el aire durante el embarazo tiene relación con múltiples resultados adversos en el nacimiento, lo que puede causar enfermedades a largo plazo.
Este artículo fue publicado en Lancet Planetary Health. Los resultados muestran que un recién nacido y su placenta están expuestos a contaminación del aire, nanopartículas de carbón negro proporcionales al tiempo de exposición de la madre. Estas nanopartículas se encuentran en el cordón umbilical y cruzan la placenta hasta el feto. Entrando a los órganos en desarrollo, el hígado, pulmones y cerebro.
El carbón negro se produce por la combustión de los motores, plantas eléctricas que utilizan carbón y otras fuentes de combustibles fósiles.
Previamente, había estudios que mostraban que estas nanopartículas llegan hasta la placenta, pero no existía evidencia de que las mismas entraron al feto.
Estos hallazgos son especialmente preocupantes porque esta ventana de exposición es clave para el desarrollo de órganos. Se necesitan más estudios para dilucidar los mecanismos de translocación de partículas.
La gestación es un periodo muy vulnerable para el desarrollo del feto. Durante esta, los sistemas de órganos tienen tasas de proliferación altas, cambios en el metabolismo y capacidad restringida para la reparación de ADN. Es aquí donde nuestra susceptibilidad a enfermedades es determinada.
La placenta es una interfaz protectora entre la madre y el feto. Una reducción en sus funciones es un mecanismo potencial por el que los contaminantes pueden afectar el desarrollo fetal e infantil y su salud.
“En cuanto a la transferencia de partículas materno-fetal, observamos la mayor carga de partículas de carbón negro en la placenta, debido a su función de barrera. Mediante la comparación de las cargas de carbono negro en la placenta prenatal y a término, no encontramos ninguna indicación de que los niveles de placenta a término sean más altos que los de las placentas prenatales. Por lo tanto, la transferencia máxima de carbono negro al feto ya podría alcanzarse en el primer y segundo trimestre.”
La contaminación tiene efectos considerables en la salud de los adultos, niños y adolescentes. Al igual que los microplásticos habitando todas las fuentes de agua del mundo, este problema tendrá consecuencias graves en el futuro de no acatarse.
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