El hígado, en su indispensable labor de desintoxicación del organismo, puede resultar dañado. Estas son las mejores plantas para restaurarlo y protegerlo.
Se ha definido el hígado como el gran laboratorio del organismo, un sofisticado filtro que pasa por ser nuestro mayor órgano y donde reposa una cuarta parte de la sangre en su recorrido.
Se trata de un órgano con muchas y vitales responsabilidades para asegurar la salud:
- Es el encargado de discriminar y deshacerse de las sustancias tóxicas que asimilamos por contacto con el ambiente y con la alimentación, por el consumo de tabaco, alcohol, drogas o medicamentos, etc., así como de las de tipo hormonal que genera el propio cuerpo, como la tirosina, el cortisol o la histamina.
- El hígado participa en la digestión, procurando que se desarrolle cómodamente.
- Repara los daños tras un empacho o intoxicación.
- Es responsable también de la metabolización de las grasas y las proteínas.
- Regula el funcionamiento de algunas hormonas.
- Infunde energía.
- Cuida del sistema inmunitario.
4 PLANTAS PARA LA SALUD HEPÁTICA (HÍGADO)
Junto a determinadas pautas de alimentación y hábitos de vida saludables, las plantas medicinales con efectos hepatoprotectores o reparadores pueden constituir una interesante opción para tratar de mantener el hígado en perfectas condiciones y aliviar alguno de los trastornos leves que lo afectan.
Es importante tener en cuenta que suelen estar contraindicadas en caso de úlcera gastroduodenal y que se aconsejan tratamientos breves.
1. CARDO MARIANO (SILYBUM MARIANUM)
Una planta insustituible en cualquier tratamiento hepático con plantas es el cardo mariano.
Contiene una sustancia, la silimarina, a la que se atribuye la capacidad de proteger las células hepáticas, por cuanto fortalece la membrana celular y dificulta la absorción de tóxicos, regenera el tejido dañado al estimular la síntesis de proteínas, neutraliza la infección que afecta a este órgano y reduce la inflamación.
PROPIEDADES
- Desintoxicante
- Hepatoprotector
- Antiinflamatorio
- Colagogo
- Diurético
- Digestivo.
COMO TOMARLA
En extracto líquido, en cápsulas, en infusión mixta y también en tintura.
2. CÚRCUMA (CURCUMA LONGA)
La cúrcuma destaca por su capacidad para impedir la formación de piedras en la vesícula y favorecer su eliminación, y por su poder regenerador tras un episodio de intoxicación o intolerancia alimentaria.
PROPIEDADES
- Hepatoprotectora
- Colerética
- Colagoga
- Hipolipemiante
- Desinflamatoria
- Antiespasmódica
- Antiviral.
COMO TOMARLA
En polvos, como condimento, en extracto líquido, en cápsulas, en decocción de la raíz y en tintura.
3. REGALIZ (GLYCYRRHIZA GLABRA)
La raíz de regaliz aporta su acción antivírica y antibacteriana para plantar cara a las infecciones que dañan severamente al hígado y puede neutralizar la acción de los tóxicos sobre las células hepáticas.
PROPIEDADES
- Antibacteriano
- Antiviral
- Digestivo
- Hepatoprotector
- Colerético
- Antiulceroso
- Antiácido
- Antiinflamatorio.
COMO TOMARLA
En decocción de la raíz, en tintura, en polvos, extracto líquido, maceración y jugo de la planta fresca.
4. CACHURRERA MENOR (XANTHIUM SPINOSUM)
A la cachurrera menor, una planta común en descampados aunque poco estudiada, se le atribuye una notable acción antiinflamatoria y hepatoprotectora, muy útil en caso de inflamación hepática y síndrome del hígado perezoso.
PROPIEDADES DE LA CACHURRERA MENOR
- Diurética
- Antiinflamatoria
- Hepatoprotectora
- Colerética
- Antiséptica
- Antipirética.
COMO TOMAR LA CACHURRERA PARA REPARAR EL HÍGADO
En infusión o bien en decocción de las hojas y los tallos.
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