El estrés es una reacción biológica que puedes experimentar debido a las diferentes exigencias que se deben cumplir en la cotidianidad. Cuando el cerebro percibe una amenaza es capaz de indicarle al cuerpo que libere una gran cantidad de hormonas, desencadenando una respuesta de lucha y huida esto para evitar daños a los órganos. Esta respuesta protege al cuerpo preparándolo para reaccionar rápidamente, por lo que podrías experimentar un aumento en la frecuencia cardíaca y en la presión arterial.
Esto en pequeñas cantidades puede llegar a ser beneficioso, ya que ayuda a mantenerte concentrado y motivado para qué te desempeñas bien. Pero cuando la situación se sigue disparando día tras día, lo que hace es provocar diferentes problemas de salud hacia tus órganos. De allí la importancia de aprender a manejar el estrés, empezando por prestar atención a las causas, el practicar formas de relajarse y mantener un estilo de vida más saludable.
5 órganos que se ven afectados por el estrés
1-Corazón y pulmones
Las hormonas del estrés pueden llegar afectar considerablemente tu sistema cardiovascular y respiratorio. Pues en esta situación terminas respirando más rápido en un esfuerzo por llegar a distribuir rápidamente la sangre rica en oxígeno a todo el cuerpo. Entonces si padeces de un problema respiratorio se puede dificultar más la respiración.
También hace que los vasos sanguíneos se contraigan y desvíen más oxígeno hacia los músculos, lo que aumenta la fuerza para actuar, pero eleva la presión arterial. Esto influye en los riesgos a la hora de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco.
2-Estómago
Este nivel de hormonas, aumento en la respiración y frecuencia cardíaca también puede afectar el sistema digestivo, siendo más probable que tengas acidez de estómago o reflujo ácido. Incluso aumenta el riesgo de contraer úlceras o que las ya existentes se agraven, de igual manera afecta la forma en la que los alimentos se mueven. Es probable que experimentes estreñimiento, diarrea, náuseas, vómitos y dolor de estómago.
3-Cerebro
El estrés evita que la mente pueda llegar a relajarse, lo que hace que los hábitos de sueño se vean interrumpidos, esta privación de un descanso reparador durante la noche afecta la función cerebral, con ello los procesos del pensamiento. El estrés continuo también puede aumentar la probabilidad de depresión, ansiedad, entre otros problemas relacionados con la salud mental.
4-Piel y ojos
El estrés hace que el cuerpo reaccione con una respuesta inflamatoria que puede provocar obstrucción de los poros, esto favorece el enrojecimiento, la acumulación de sebo y aumenta la probabilidad para que aparezca el acné. El exceso de estrés también puede provocar temblor en los ojos, ya que logra excitar un pequeño músculo que ayuda a elevar los párpados.
5-Sistema reproductor
El estrés a corto plazo puede lograr que los hombres produzcan más testosteronas, pero esto no dura por mucho tiempo. En cambio, si continúa por largos períodos, los niveles de testosterona si pueden empezar a decaer. Lo que interfiere en la producción de esperma, incluso podría llegar a causar disfunción eréctil, así como aumentar el riesgo de infecciones. Mientras que en las mujeres puede verse afectado el ciclo menstrual, logrando que los periodos sean irregulares, dolorosos o abundantes.
¿Qué otros efectos ocasiona el estrés en tu cuerpo?
El estrés constante aparte de tus órganos también debilita tu sistema inmunológico y con ello reduce la respuesta de tu cuerpo contra los agentes invasores. En general, aquellas personas que se encuentran con altos niveles de estrés en su cotidianidad son más propensos a las enfermedades virales.
Por ejemplo la gripe o el resfriado común, así como aumentar el tiempo de recuperación ante una lesión o enfermedad. También reduce la posibilidad de que los músculos puedan relajarse, lo que causa dolores frecuentes de espalda, hombros y de cabeza que interfieren con las realización de las actividades cotidianas.
