La vitamina E es un antioxidante y un componente de todas las membranas celulares, por lo que cuando escasea, todas las células pueden sufrir. Sin embargo, se estima que al menos el 90 por ciento de las personas no obtienen un mínimo de 15 mg al día, la cantidad considerada adecuada para la mayoría de las personas, sólo de los alimentos.
La deficiencia severa es rara y generalmente se debe a un defecto genético que afecta la absorción y el metabolismo normales de la vitamina E. Los síntomas pueden incluir pérdida de control muscular, daño nervioso, debilidad muscular y daño a la retina del ojo. Deficiencias más comunes y sutiles pueden contribuir a un envejecimiento de la piel más rápido, degeneración articular, enfermedad cardíaca, pérdida de memoria y otras facultades mentales en los años posteriores, deterioro de la visión y un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer.
Algunos estudios han demostrado claros beneficios de los suplementos de vitamina E, mientras que otros no. Pero a medida que se aprende más, están surgiendo algunas razones para estos resultados contradictorios.
Diferencias individuales en el metabolismo
Un estudio alemán publicado en Nature Communications descubrió que la vitamina E puede producir beneficios de manera indirecta. Después de que una persona toma vitamina E, el hígado produce alfa-carboxicromanol, un metabolito que tiene efectos antiinflamatorios y otros efectos beneficiosos. Pero la cantidad producida varía significativamente de una persona a otra.
«Si el efecto de la vitamina E depende de la cantidad de metabolito bioactivo que se produce, esto explica muy bien por qué la misma cantidad de vitamina E tiene un efecto particular en una persona y quizás un efecto mucho más limitado en otra», dice el investigador principal Oliver Werz, PhD.
Formas de vitamina E
La vitamina E en la naturaleza existe en ocho formas: alfa-, beta-, gamma- y delta-tocoferol, y alfa-, beta-, gamma- y delta-tocotrienol. Pero los principales estudios se han centrado en uno solo: el alfa-tocoferol, la única forma que se encuentra en la sangre humana donde se pueden medir sus niveles. Se encuentran otras formas en los tejidos donde no hay forma de medir los niveles.
Cuando los estudios analizaron otras formas de vitamina E, los investigadores descubrieron que pueden reducir el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer, y pueden ayudar a aliviar problemas digestivos, de la piel y de las articulaciones.
En suplementos y alimentos fortificados, el alfa-tocoferol puede venir en dos formas: d-alfa tocoferol, una forma natural; y dl-alfa-tocoferol, una forma sintética. Cuando se ingiere, la forma natural se absorbe más fácilmente, por lo que necesita cantidades más pequeñas. Hoy en día, las marcas de suplementos establecidas generalmente contienen vitamina E natural.
Qué buscar en los suplementos
Los profesionales de la salud holística a menudo recomiendan tomar un suplemento con múltiples formas de vitamina E en lugar de alfa-tocoferol aislado. Dichas combinaciones se pueden encontrar en algunas multivitaminas y productos independientes de vitamina E, que se pueden describir como «completos», «mixtos» o como un «complejo» de vitamina E.
Las mediciones de vitamina E que figuran en las etiquetas de los suplementos se encuentran en un período de transición, desde unidades internacionales (UI) a miligramos (mg).
En 2020, es probable que algunas empresas utilicen las nuevas mediciones mientras que otras utilizan las antiguas. Esto se debe a que las instituciones de salud gubernamentales exigieron a las grandes empresas que comenzaran a usar nuevas etiquetas a principios de 2020, pero a las empresas más pequeñas se les dio un año adicional para cumplir.
