El problema: uñas quebradizas
La solución: Si las uñas se rompen en lugar de romperse, generalmente es porque están demasiado secas. Un buen aceite de uñas aplicado a diario será de gran ayuda. Asegúrate de que el aceite contenga aceite de jojoba o aguacate, ya que estos penetrarán en las capas de las uñas. Las uñas suelen tener un 18% de agua y, cuando caen por debajo del 16%, pueden secarse y ser propensas a romperse, así que mantente hidratado. También aumente su consumo de zinc, necesario para un crecimiento saludable de las uñas. Las semillas de calabaza y las lentejas son buenas fuentes.
El problema: uñas partidas, descamadas o peladas
La solución: haz una mini manicura semanal en casa: Aplica aceite en cada uña y la piel circundante, luego retira el borde de la uña con una lima de uñas muy fina; esto es como recortar las puntas abiertas del cabello, pero las uñas necesitan atención semanal . De esta manera, la parte de la uña que se está pelando eventualmente crecerá. Un tratamiento de queratina aplicado diariamente durante un mínimo de dos semanas penetrará en la placa de la uña y apoyará un crecimiento saludable. Asegúrate de usar guantes cuando haga las tareas del hogar: el agua se filtra entre las capas que se pelan y las empeora. Si nada más, usas esmalte de uñas. Incluso una capa superior transparente ayudará a proteger tus uñas. Y no te olvides de la dieta: los estudios han encontrado una correlación entre el bajo contenido de magnesio y las uñas escamosas: aumente su consumo con espinacas, acelgas y legumbres.
El problema: uñas delgadas o blandas
La solución: si tus uñas son suaves y se doblan con facilidad, asegúrate de obtener suficiente proteína y vitamina A (que se encuentran en las verduras verdes y naranjas). También toma un suplemento de vitamina D, que favorece la absorción de calcio, necesario para unas uñas fuertes. Si son delgados por naturaleza será complicado cambiar esto pero un esmalte en gel de calidad de un buen salón ayudará a protegerlos y les permitirá crecer. Es posible que hayan sido pulidos en exceso, así que evite todos los pulidos.
El problema: uñas descoloridas
La solución: Si se produce una decoloración sin una razón conocida, se recomienda una visita al médico de cabecera o al podólogo en caso de que se trate de una infección. Si es causado por un esmalte de uñas, tinte para el cabello o similar, solo será superficial y un pulido muy ligero con un pulidor de tres lados lo eliminará. No sumerjas en agua con limón, como a veces se recomienda, esto no mejora la calidad de las placas de las uñas.
El problema: cutículas doloridas
La solución: los padrastros, esos trozos de piel que sobresalen alrededor de las uñas, son comunes. La buena noticia es que una manicura en casa puede remediarlos fácilmente. Es seguro quitarlos con cuidado con unas pinzas para cutículas afiladas: coloca las cuchillas sobre el padrastro, aprieta y suelta. ¡No tires! Calma las cutículas agrietadas con un aceite, y si la piel está enrojecida, inflamada, con picazón o descamación, o si la uña se está separando del lecho ungueal, busca ayuda profesional. Esto puede ser una reacción alérgica a un producto para uñas. Pide a tu médico de cabecera que te derive a un dermatólogo. Aplica una crema hidratante para secar la piel irritada alrededor de las uñas y protégela siempre con guantes, por ejemplo, cuando te laves, para prevenir una infección secundaria.
