Trajes de baño con tecnología espacial en los Juegos Olímpicos de París 2024
Trajes de baño con tecnología espacial. Algunos de los trajes de nadadores en los Juegos Olímpicos de París 2024, serán diseñados con una tecnología utilizada para proteger los satélites espaciales.
Los nadadores que aspiran a medallas en los Juegos Olímpicos de París esperan marcar diferencias también gracias a sus innovadores bañadores. Pueden resultar determinantes en competiciones que se deciden por décimas o incluso centésimas de segundo.
¿Quién está detrás de esto?
La empresa de bañadores Speedo diseñó una nueva versión de su Fastskin LZR Racer, creada a través de tecnología espacial y eso dio a esa prenda la sensación de pesar muy poco.
La australiana Emma McKeon, el estadunidense Caeleb Dressel y el británico Adam Peaty la utilizarán con la esperanza de que los ayude en sus respectivas competiciones.
Lo diseñó con una tecnología utilizada para proteger los satélites espaciales.
Representa el último avance en la competición con otras marcas, como Arena, Mizuno o Jaked, para diseñar prendas que mejoren el rendimiento de los nadadores.
Un aspecto fundamental para un nadador es la resistencia del agua, que es de largo aquello que más ralentiza su velocidad. Si algo disminuye esa resistencia, eso tiene un gran valor para el nadador.
Kevin Netto, profesor en una Universidad de CIencias de la Salud en Perth.
Los diseños de los bañadores no pararon de mejorar y se volvieron cada vez más innovadores.
Sus materiales evolucionaron de la franela hasta el nilón y la licra, pasando por el cotón, la seda y el látex.
Además de los bañadores, también evolucionaron las gafas de natación y hay modelos que permiten conocer la velocidad a la que uno nada, aunque no se autorizó su uso en los Juegos.
World Aquatics (Federación Internacional de Natación) exige que los maillots de baño estén hechos con materiales permeables tras la polémica en Pekín-2008 en que acusaron a Speedo de «dopaje tecnológico».
Sus bañadores, diseñados entonces con la ayuda de la NASA, y otros de parecidos hechos por Arena contribuyeron a que en 2008 y 2009 se batieran varios récords olímpicos o del mundo.
El hecho de minimizar la resistencia con el agua resulta un elemento clave en el diseño de los bañadores.
A pesar de ello, no hay evidencias de que este tipo de bañadores tengan una influencia decisiva en los rendimientos de los nadadores.