Toyota Motor Corporation anunció la suspensión temporal de las ventas y entregas del modelo Yaris Ativ en Tailandia, luego de descubrirse que su filial Daihatsu manipuló parte de la puerta en pruebas de colisión lateral, lo que generó un escándalo de seguridad que alcanzó a miles de vehículos en varios mercados.
Origen del problema: puertas “modificadas”
La alerta surgió en abril de 2023. Según el CEO regional de Toyota, Masahiko Maeda, Daihatsu recortó partes interiores de la puerta para pasar las pruebas de colisión lateral más rápidamente, bajo presión por acelerar el desarrollo del modelo.
Este recorte generó un repliegue de ventas en Tailandia hasta que se obtuvieran nuevos resultados oficiales.
Impacto y alcance del aviso
La suspensión afectó hasta 76,000 unidades del Yaris Ativ, producidas en la planta de Chachoengsao y distribuidas en Tailandia, México y países del Consejo de Cooperación del Golfo.
En total, se trató de 88,000 unidades vinculadas a irregularidades en los protocolos de seguridad.
Reacción de Toyota: calma y transparencia
Toyota afirmó que, a pesar del manipuleo, los vehículos “que utilizan los clientes son seguros”. Además, la empresa inició una nueva ronda de pruebas:
- Un segundo test fue supervisado por una agencia independiente el 28 de abril de 2023
- El anuncio de la suspensión respondió a una exigencia del mercado tailandés de “witness testing”, donde una autoridad debe presenciar las pruebas
Toyota también trabaja con el gobierno de Tailandia para reanudar la venta una vez retomen los estándares de seguridad
Contexto global y repercusiones
Este incidente forma parte de un escándalo más amplio en Toyota y sus filiales. A principios de 2024, se descubrieron irregularidades en pruebas de motores diésel y colisiones, lo que generó suspensiones de producción en diez modelos
Otros fabricantes japoneses —Mazda, Honda, Suzuki— también se vieron involucrados en prácticas similares
Uno de los temas clave fue que los coches implicados inicialmente “pasaron las pruebas sin los recortes en la puerta”, lo que permite a Toyota declararlos seguros y evitar una retirada masiva .
Consecuencias para usuarios y percepción
- Confianza en riesgo: aunque reafirmaron que los vehículos actuales son seguros, el escándalo afectó la reputación de Toyota en mercados sensibles.
- Regulación en alza: países como Tailandia exigen más supervisión externa en las pruebas, aumentando costos de desarrollo.
- Cambio de enfoque: esta crisis puede haber acelerado el replanteamiento de la relación entre Toyota y su filial Daihatsu, especialmente en el desarrollo de autos compactos.
La suspensión de ventas del Yaris Ativ en Tailandia no es un caso aislado: es el síntoma de una falla sistémica en los controles de calidad dentro de Toyota y Daihatsu. Aunque Toyota mantiene que los autos actuales son seguros, la exigencia de testigos externos y la transparencia en el proceso son pasos esenciales para recuperar la confianza. El caso también impulsa cambios en regulación y cultura interna del grupo automotriz.
