Temperatura ideal para dormir: clave para un descanso reparador

0
97
estudio para dormir bien
- Publicidad -

En la actualidad, donde el estrés, la ansiedad y los trastornos del sueño se han vuelto cada vez más comunes, dormir bien se ha convertido en un verdadero desafío. Si bien solemos atribuir nuestras dificultades para conciliar el sueño a preocupaciones personales o hábitos de vida, el entorno en el que descansamos, en particular la temperatura y la humedad, juega un papel más relevante de lo que imaginamos.

Trastornos del sueño: una problemática creciente en México

México se encuentra entre los cinco países con mayor incidencia de trastornos del sueño. Se estima que el 38% de la población los padece, y el 45% de los adultos reportan dificultades para dormir. El insomnio, la apnea del sueño y los ronquidos son algunas de las condiciones más comunes que, además de afectar el descanso nocturno, pueden derivar en problemas de salud crónicos como hipertensión, ansiedad, obesidad y deterioro cognitivo.

En este contexto, factores ambientales como la temperatura y la humedad del dormitorio son esenciales para garantizar un descanso adecuado. La empresa Trane, especialista en soluciones de climatización para el hogar, destaca que lograr un entorno térmico confortable puede marcar la diferencia entre una noche de sueño profundo y una noche interrumpida.

La canícula agrava los problemas para dormir

El fenómeno climático de la canícula, caracterizado por temperaturas elevadas y escasa precipitación, ha afectado en 2025 a distintas regiones del país, elevando la incomodidad térmica durante la noche. Dormir en ambientes calurosos no solo es incómodo: altera los procesos fisiológicos naturales que regulan el sueño, provocando despertares nocturnos y disminución del sueño profundo.

Ante este panorama, contar con sistemas de climatización que regulen tanto la temperatura como la humedad se vuelve imprescindible para conservar la salud y el bienestar.

Temperatura y humedad: dos factores clave para dormir mejor

El cuerpo humano sigue un ritmo circadiano que baja la temperatura interna durante la noche para facilitar el sueño. Si la habitación está demasiado caliente o fría, el cuerpo debe esforzarse para compensar esa diferencia, lo que puede provocar interrupciones en las fases más profundas del descanso.

En cuanto a la humedad, niveles bajos pueden causar sequedad en vías respiratorias y ojos, mientras que niveles altos favorecen la aparición de moho, ácaros del polvo y otros alérgenos. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. recomienda mantener la humedad relativa entre 30% y 50%, evitando que supere el 60%.

En términos de temperatura, el rango óptimo para dormir se encuentra entre 15.6°C y 20°C, con un punto ideal alrededor de 18.3°C. Mantener estas condiciones facilita la conciliación del sueño y mejora su continuidad y profundidad.

Tecnología al servicio del descanso

Ramiro Ucchino, experto de Trane México, señala que existen tecnologías accesibles que permiten crear un ambiente óptimo para dormir. “Un aire acondicionado con control preciso de temperatura ayuda a mantener un entorno estable, y los deshumidificadores o humidificadores son clave para regular el nivel de humedad”, explica.

Además, la calidad del aire también juega un papel fundamental. Un buen sistema de ventilación mejora la oxigenación y reduce la acumulación de polvo, alérgenos y contaminantes, elementos que pueden dificultar la respiración durante la noche.

Comodidad inteligente: automatización y eficiencia energética

Las soluciones actuales incluyen termostatos inteligentes que permiten programar la temperatura ideal para dormir según el horario, la rutina personal e incluso la estación del año. Estos sistemas pueden ser controlados desde dispositivos móviles, lo que facilita su ajuste y contribuye al ahorro energético, sin comprometer el confort.

Así, es posible tener un dormitorio que se adapte automáticamente a nuestras necesidades, brindando un descanso profundo y constante, sin necesidad de ajustes manuales constantes.

Dormir bien es un derecho, no un lujo

Lograr un sueño reparador no depende únicamente de lo que hacemos antes de dormir. También se trata de crear un entorno físico adecuado, en el que la temperatura, la humedad y la calidad del aire trabajen a favor de nuestro cuerpo.

En medio de olas de calor cada vez más frecuentes, como la que acompaña a la canícula actual, prestar atención al ambiente de nuestro dormitorio puede marcar la diferencia. Dormir bien no es cuestión de suerte: es el resultado de un entorno diseñado para cuidarnos mientras descansamos.

- Publicidad -