Conocer los síntomas de leucemia posibilita un diagnóstico más oportuno de la enfermedad. Si bien las manifestaciones clínicas varían en función de la forma en que se presente y de qué tan avanzada se encuentre, hay algunas señales que se dan nivel general y que tienden a pasarse por alto.
La leucemia es el cáncer que tiene lugar en las células sanguíneas. Compromete a los tejidos que forman la sangre en el organismo, como el sistema linfático y la médula ósea. En particular, ocurre por una transformación maligna de las células madre hematopoyéticas, casi siempre de los glóbulos blancos.
Los 10 síntomas de leucemia que no debes ignorar
La leucemia tiene varias clasificaciones. Puede ser aguda o crónica, en función de qué tan rápido se disemine; y mielocítica o linfocítica, según la célula de origen. A su vez, está divida en varios subtipos, como los siguientes:
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Leucemia mieloide aguda y leucemia mieloide crónica, que compromete el linaje mieloide.
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Leucemia linfoblástica aguda y leucemia linfocítica crónica, en las cuales resulta afectada la cadena linfoide.
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También hay otras que tienen lugar a partir de los glóbulos blancos maduros, como las leucemias de células B y T maduras y las leucemias relacionadas con las células NK.
La evolución y los síntomas de la leucemia tienden a variar según su origen. En general, hay algunas señales que pueden tenerse en cuenta para despertar sospechas.
1. Manchas púrpuras o rojas en la piel
Conocidas en términos médicos como «petequias», son unas manchas rojizas o púrpuras que aparecen en racimos, por lo general en el pecho, en la espalda o en los brazos. De acuerdo con una revisión divulgada a través de Seminars in Oncology, esto puede tener su origen en la trombocitopenia o la coagulopatía.
La trombocitopenia es una condición en la que el recuento de plaquetas sanguíneas es demasiado bajo. Entre tanto, la coagulopatía se da por cambios en el proceso de coagulación. Ambas complicaciones vinculadas a la leucemia llevan a la rotura de los vasos sanguíneos, lo que deriva en esas pequeñas coloraciones rojas.
2. Dolor en los huesos o articulaciones
Una encuesta realizada por Leukaemia Care con la participación de más de 2300 pacientes reveló que el dolor óseo y articular fue una manifestación clínica de la leucemia antes del diagnóstico. En particular, se describe un pinchazo agudo o dolor sordo, cuya intensidad puede variar en función de la zona afectada.
Esta misma fuente destaca que más del 60 % de los casos de leucemia infantil se manifiestan con dolor en los huesos y las articulaciones. Los niños suelen quejarse de un continuo dolor en las piernas o en la parte baja de la espalda.
3. Dolor de cabeza
La leucemia lleva a una disminución de los niveles de oxígeno hacia el cerebro. En consecuencia, las arterias circundantes se inflaman y se genera un dolor de cabeza.
Una publicación en Cancer Research UK explica que el recuento alto de glóbulos blancos supone células adicionales que obstruyen los vasos sanguíneos. De ahí que el paso del oxígeno resulte limitado.
4. Ganglios inflamados
Conforme los linfocitos anormales se proliferan, su acumulación en los ganglios linfáticos provoca inflamación. Esta manifestación es más común en la leucemia linfocítica crónica (96,4 %) que en la leucemia mieloide aguda (50 %) y la leucemia linfocítica aguda (55,6 %).
5. Debilidad y cansancio
La debilidad y el cansancio son síntomas de una amplia variedad de enfermedades. En el caso de la leucemia, ocurre por la disminución del transporte de oxígeno y nutrientes debido al bajo nivel de glóbulos rojos sanos.
Una publicación en Blood Cancer UK comenta que, entre otras cosas, estas señales de fatiga se dan por los efectos del tratamiento actual o anterior, el cáncer en sí, los medicamentos y el estrés o la depresión.
6. Sangrados inusuales
Los sangrados inusuales en la leucemia ocurren debido a la disminución del recuento de plaquetas. Esta situación interfiere en el proceso de coagulación sanguínea, lo que incrementa la susceptibilidad a las hemorragias.
Es posible experimentar sangrado nasal profuso, sangrado de las encías (gingivitis) y sangrados uterinos anormales. Asimismo, al experimentar una lesión en la piel, esta sangrará de forma exagerada y tardará más en cicatrizar.
7. Fiebres e infecciones frecuentes
Cualquier forma de leucemia disminuye la capacidad del sistema inmunitario para responder contra los agentes patógenos que causan infecciones. Por este motivo, los pacientes experimentan continuos episodios de fiebre e infecciones subyacentes.
8. Pérdida de peso inexplicable
La pérdida de peso alarmante e inexplicable que ocurre en la leucemia obedece al crecimiento de las células malignas. Estas consumen grandes cantidades de energía que, en un cuerpo sano, se almacenaría en forma de grasa. Asimismo, las personas suelen experimentar una disminución del apetito, lo que también repercute en su peso.
9. Falta de aliento
Un estudio compartido en British Journal of General Practice expone que la falta de aliento o la dificultad para respirar es un síntoma que se presenta en la leucemia, sobre todo en la mieloide aguda. Ocurre porque las células requieren más oxígeno del que pueden recibir debido a las interferencias que hay en el flujo sanguíneo.
La leucemia también puede causar que una pequeña glándula ubicada en el pecho llamada timo aumente de tamaño. Este se encuentra justo por delante de la tráquea, por lo que su inflamación puede comprimir esta estructura y generar la dificultad respiratoria.
10. Dolor abdominal y problemas digestivos
El dolor abdominal que se da en la leucemia suele ocurrir debido al agrandamiento del bazo (esplenomegalia). Esto se da cuando las células malignas empiezan a proliferarse dentro y alrededor de este órgano, lo que lleva a su inflamación.
En menor medida, este dolor obedece al agrandamiento del hígado (hepatomegalia), que ocurre por la infiltración de células leucémicas, el desarrollo de hepatitis víricas o debido a los fármacos.
Un estudio publicado en Journal of Gastroenterology and Hepatology detalla que, además del dolor abdominal, los pacientes con este cáncer pueden experimentar otros síntomas digestivos, como los siguientes:
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Diarrea.
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Náuseas y vómitos.
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Distensión abdominal.
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Úlceras.