
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, resaltó en su conferencia matutina la colaboración con Estados Unidos en el combate al tráfico de armas, subrayando los recientes decomisos realizados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Durante la inspección de un vehículo en el puerto de entrada de Del Río, Texas, el pasado 17 de marzo, las autoridades estadounidenses confiscaron 16 armas, entre ellas tres rifles AR de 5.56 mm, 26 cargadores y 128 cartuchos. Este operativo, según Sheinbaum, demuestra que la cooperación entre ambos países está dando resultados.
“Ellos están inspeccionando los vehículos que vienen a México. En esa inspección que hicieron incautaron, el 17 de marzo, 16 armas (…) Se ve que la coordinación, en efecto, está funcionando”, afirmó la mandataria.
México y EE.UU.: un esfuerzo conjunto contra el tráfico ilegal
Sheinbaum destacó que este decomiso es parte de los acuerdos bilaterales para frenar tanto el tráfico de armas como el trasiego de fentanilo y otras drogas sintéticas.
“Así como nosotros estamos apoyando para que no llegue fentanilo y drogas sintéticas a Estados Unidos (…), nosotros también les pedimos que ayudaran a que no lleguen más armas de Estados Unidos a México”, señaló.
El interés del Gobierno mexicano en reducir el flujo de armas ilegales desde EE.UU. responde a la creciente violencia relacionada con el crimen organizado. De acuerdo con datos de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), en 2023 la mayoría de las armas recuperadas en México tenían su origen en Texas (43%), Arizona (22%) y California (9%).
Este armamento es utilizado por cárteles como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, grupos criminales con una fuerte presencia en el tráfico de drogas hacia EE.UU. Según la ATF, el 82% de las armas rastreadas en México fueron halladas en regiones controladas por estas organizaciones.
México y su lucha legal contra la industria armamentista de EE.UU.
El combate al tráfico de armas no solo se ha centrado en operativos fronterizos, sino también en el ámbito legal. En agosto de 2021, México interpuso una demanda civil contra algunos de los principales fabricantes de armas en EE.UU., como Smith & Wesson, acusándolos de facilitar el acceso del crimen organizado a su armamento.
Esta medida forma parte de una estrategia integral para frenar el flujo de armas ilegales y reducir la violencia generada por los cárteles en México.
Con este tipo de acciones, el gobierno de Sheinbaum reafirma su compromiso con la seguridad del país, impulsando una mayor cooperación internacional para enfrentar el tráfico de armas y el crimen organizado.
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