Decenas de repartidores por aplicaciones se manifestaron este lunes en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para plantear sus inquietudes y necesidades ante una eventual reforma para que cuenten con seguridad social.
Fabián Ortega, vocero de Repartidores Unidos de México (RUM), detalló que hay incertidumbre entre los repartidores ante la reforma planteada por la presidenta Claudia Sheinbaum para que se les brinde seguridad social.
En este sentido, los líderes de diferentes colectivos de repartidores se organizaron para entrevistarse con el titular de la STPS, Marath Bolaños López, este lunes, pero los recibió Luis Brito, director general de Concertación Social, quien escuchó sus planteamientos por espacio de dos horas.
Sus demandas se centran en el llamado «Decálogo de repas», que desde noviembre de 2022 se configuró. Se trata de principios compartidos para la creación de un nuevo marco regulatorio de la economía colaborativa, que permita la evolución del reparto a través de las plataformas tecnológicas.
Las propuestas buscan la regulación de la economía colaborativa en el país que permita a los repartidores seguir generando ganancias de manera independiente pero con acceso a ciertas garantías.
En cuanto a las demandas, Fabián Ortega dijo que se trata de que tengan seguridad social y seguro vial en cada viaje por el riesgo que corren, trabajar 40 horas a la semana, respeto y no más discriminación.
Repartidores por aplicación rechazan regulación y temen la pérdida de libertad y salarios
Principalmente jóvenes, estos trabajadores utilizan la tecnología para superar barreras físicas, entregando productos con rapidez y eficiencia. Para muchos, como Xiomara del Pino, este trabajo pasó de ser un complemento a convertirse en una fuente principal de ingresos. “Nos conviene, somos dueños de nuestro tiempo”, afirma.
Ganan prácticamente lo que quieren, ya que en este trabajo las metas se las impone cada repartidor. Así lo confirma Cristian García, quien nos comenta lo siguiente: “¿Todo va a depender también de tu trabajo y cómo te esfuerces y tus gastos no?, si sale, si sale, obviamente”. Es así que los repartidores por aplicación ganan por día, por hora y por pedido.
Sin embargo, hoy enfrentan un desafío. El anuncio del gobierno federal sobre una posible regulación laboral para ellos no ha sido bien recibido. Edgar Galicia, otro repartidor, expresa su preocupación: “No quiero que nos regularicen… perderíamos la libertad de trabajar a nuestro ritmo”.
Los repartidores temen que ser integrados a un régimen formal, como el de cualquier otro trabajador, haría que se reduzcan sus ingresos y se vean privados de la flexibilidad que valoran en su tiempo de trabajo. Además, la mayoría de ellos coincide en que el gobierno debería preocuparse más por cumplir su principal obligación, que es garantizar seguridad para realizar su trabajo.