Las lombrices suelen ocasionar síntomas molestos, como incomodidad al dormir y picazón en la zona cercana al ano. Te contamos cómo actuar frente a este problema, que también puede afectar a los mayores de la casa.
¿Qué son?
Las lombrices (también llamadas oxiuros), son unos gusanos muy pequeños y finos. Son muy frecuentes, sobre todo en niños menores de 10 años. No están relacionadas con la suciedad o falta de higiene.
¿Por qué se producen las lombrices?
La infección se produce al ingerir, sin darse cuenta, los huevos de estos parásitos (oxiuros, Enterobius Vermicularis o “lombrices”). Son más frecuentes en niños que en adultos y se contagian fácilmente. Solo afecta a los seres humanos, no a los animales, por lo que el niño se infecta por las heces de otros niños
Los huevos se encuentran en las manos y las uñas de las personas infectadas. También en todos los objetos que se hayan tocado con ellas (juguetes, toallas, ropa de cama, pupitres, etc).
Cuando el niño se lleva las manos a la boca, los huevos pasan al intestino delgado y salen las larvas. Después pasan al intestino grueso, donde se hacen adultas y adquieren la forma que conocemos (blancas, finas, de unos 4-5 mm).
Uno o dos meses después de la infección las hembras ponen huevos. Lo hacen en la zona perianal y casi siempre por la noche. Se pegan a la piel produciendo irritación y picor intenso. El niño se rasca, y de esta forma los huevos pasan a manos, uñas, pijama, sábanas… Extendiéndose por toda la casa, piscinas, clase, etc. En el medio ambiente los huevos pueden infectar durante 2-3 semanas.
Los animales y las golosinas o el chocolate no están relacionados con el contagio de las lombrices.
¿Qué síntomas producen?
A veces no dan síntomas, sobretodo en adultos.
- Picor en la zona del ano y en genitales. Es más fuerte por la noche. Puede producir irritabilidad, sueño intranquilo, pesadillas e incluso sonambulismo.
- Al rascarse se pueden hacer heridas que pueden infectarse.
- En niñas puede aparecer irritación vaginal con picor, flujo. Y molestias al orinar.
- A veces puede producir dolor abdominal, y raramente náuseas o vómitos. El dolor abdominal puede ser recurrente. Si se localiza en el lado derecho puede confundirse con una apendicitis.
- Los oxiuros no producen fiebre, diarrea, falta de apetito, escasa ganancia de peso, hiperactividad, cansancio, anemia, rechinar de dientes (bruxismo) o picor de nariz.
¿Cómo se diagnostican las lombrices?
- A simple vista: podemos ver unos “pequeños hilos blancos” que se mueven alrededor del ano o en las heces. Suelen aparecer 2-3 horas después de que el niño se haya dormido.
- Por los síntomas comentados anteriormente o en infecciones genitales de repetición.
- Con una muestra (Test de Graham). Para recogerla se coloca un trozo de papel celo transparente a primera hora de la mañana, antes del lavado, en la región anal. Se retira y se pega en un portaobjetos que se entregará al laboratorio. Hay que recoger muestra de 3 días.
¿Cómo se tratan?
El tratamiento es sencillo. Hay varios medicamentos antiparasitarios (Mebendazol o Pamoato de Pirantel) que destruyen las lombrices adultas con una dosis. Hay que tomar una segunda dosis a las dos semanas para destruir los huevos. A pesar de que desaparezcan los gusanos, el picor puede durar una semana más.
El tratamiento lo debe tomar toda la familia. Aunque no tenga síntomas.
Además, es aconsejable:
- Bañar al niño por la mañana. Con ello se elimina gran cantidad de huevos.
- Cambio de ropa interior, toallas y ropa de cama frecuente. Lavarlas con agua caliente el día que realicemos el tratamiento. Con ello reducimos el riesgo de reinfección.
- La irritación, picor o vulvitis pueden aliviarse con baños de agua templada y una crema suave.
¿Se puede prevenir?
Sí. Para evitar la infección y las reinfecciones se recomienda:
- Lavado de manos frecuente, e insistir frotando debajo de las uñas: Sobre todo después de ir al baño y antes de comer.
- Mantener las uñas cortas y limpias.
- Limpiar con agua y jabón los glúteos y el ano cada vez que vaya al servicio.
- Lavar con agua caliente la ropa de cama y de baño que estuvo en contacto con el niño sin sacudirla, para que los huevos no pasen al aire y a superficies. Limpiar suelos y baños (los huevos pueden sobrevivir 3 semanas en superficies). No hace falta esterilizar juguetes y otros objetos.
- Usar pijamas cerrados para que no se rasquen y los huevos no pasen a las manos y a la ropa de cama.
- En caso de infección, realizar el tratamiento correctamente por parte del niño y de los convivientes.
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