Qué es y cómo se hace una biopsia líquida

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Qué es y cómo se hace una biopsia líquida
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La biopsia líquida se trata de un procedimiento que detecta células cancerígenas con un análisis de sangre. Además de ser una ayuda en el diagnóstico y la detección precoz del cáncer, permite a los oncólogos hacer un mejor seguimiento de la enfermedad e ir adaptando el tratamiento.

La biopsia líquida, también llamada biopsia de fluido, es una nueva técnica de estudio, diagnóstico y seguimiento del cáncer. Para llevarla a cabo se extrae una pequeña muestra de sangre, en la que se buscan células tumorales u otros marcadores de la enfermedad.

La biopsia líquida es un elemento importante en la investigación actual en Oncología, y numerosos estudios han demostrado su papel a la hora de determinar la eficacia de los tratamientos de forma precoz y de identificar mutaciones implicadas en la resistencia a los fármacos diana.

Sus grandes ventajas frente a los métodos tradicionales como la biopsia de tejido es que es mucho menos invasiva, sus resultados se obtienen más rápido y, al poder realizar la prueba con más frecuencia, se puede hacer un mejor seguimiento del progreso de la enfermedad e ir adaptando el tratamiento.

LAS VENTAJAS DE LA BIOPSIA LÍQUIDA

Hasta hace poco tiempo, para hacer el diagnóstico de un cáncer o conocer su evolución, había que extraer una muestra del tejido tumoral (biopsia tisular)y analizarlo.

  • Se trata de un método invasivo para el paciente, ya que para la extracción de este tejido, se requiere una punción, una incisión o una cirugía, con las posibles complicaciones y molestias que esto puede ocasionar en el paciente.
  • Con la biopsia de tejido se obtiene información solo de la zona de la que se ha extraído la muestra. Por tanto, de un punto muy concreto del tumor.

En cambio, con la biopsia líquida, con un simple análisis de sangre se puede confirmar o descartar la presencia de células tumorales u otras sustancias que pueden circular por la sangre en caso de sufrir un cáncer.

Es un procedimiento mínimamente invasivo, sin las complicaciones que acarrean habitualmente las biopsias convencionales.

Además, permite obtener una información más amplia, ya que recoge las posibles alteraciones que hay en diferentes localizaciones tumorales.

Pero esto no es todo: al ser una técnica no invasiva se puede realizar un seguimiento continuo del progreso de la enfermedad, lo que permite planificar un tratamiento más personalizado tanto antes como durante el proceso.

Qué es y cómo se hace una biopsia líquida

CÓMO FUNCIONA LA TÉCNICA

La biopsia líquida detecta las mutaciones específicas de un tumor mediante una muestra de sangre del paciente.

  • Los tumores en situación metastásica liberan células en el torrente sanguíneo y, con ellas, material genético.
  • En la muestra se busca si hay células cancerosas tumorales que estén circulando en la sangre y, si están presentes, se analiza el ADN de las mismas para personalizar o adaptar el tratamiento. También pueden detectarse otras moléculas estrechamente ligadas a la presencia de un tumor (biomarcadores).
  • La biopsia líquida tiene una ventaja importante a la hora de detectar mutaciones en tiempo real, lo que posibilita al oncólogo tratar a los pacientes con mayor eficacia.
  • Este tipo de prueba evita al paciente trastornos innecesarios y representa un ahorro de tiempo, ya que estos resultados se obtienen de forma rápida.
  • Además, dado que el procedimiento es sencillo y no invasivo, se podrá repetir las veces que el oncólogo considere adecuada para controlar la evolución de la enfermedad.

Esto es importante porque conocer mejor la biología, la genética y las mutaciones del tumor facilita las decisiones que deban tomarse respecto al tratamiento, que se podrá adaptar al máximo a las características específicas de cada paciente.

USOS DE LA BIOPSIA LÍQUIDA

Esta innovadora técnica permite:

  • Ayudar a encontrar un cáncer en un estadio temprano. Cuando se detecta tarde hay más riesgo de que esté extendido y sea incurable.
  • Permite hacer un diagnóstico, un seguimiento de las mutaciones tumorales y saber si hay metástasis.
  • Es útil para ayudar a planificar un tratamiento más personalizado.
  • Puede determinar la eficacia del tratamiento: a las dos semanas de empezar un tratamiento, la biopsia líquida puede descubrir si el paciente responde a él o no, sin tener que esperar a una prueba de imagen a los tres o cuatro meses.
  • Con esta prueba, se puede averiguar si el cáncer se ha reproducido antes de ser visible en un TAC.
  • Permite saber qué paciente va a recaer y cuál no tras una cirugía: si tras la extracción de un tumor, queda ADN tumoral circulando en la sangre, el paciente va a recaer. Esto permite poder hacer tratamientos preventivos en los pacientes que lo necesiten y evitar sobretratamientos en los que no.

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