¿Sabes lo que el «sustituto de azúcar» le hace a tu cuerpo?

Todos conocemos el famoso «sustituto de azúcar». !Alguna vez lo llegamos a usar!

Promesas como «menos calorías» o «menos efectos hormonales por azúcar», son las que hacen de este suplemento el favorito de muchas personas.

Pero, ¿cuál es la realidad de este producto?

Las organizaciones como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dicen que muchas personas comen demasiada azúcar. Especialmente como azúcar agregada.

Esto se convierte en un gran problema. A medida que más estudios relacionan los alimentos azucarados y las bebidas endulzadas con numerosos problemas de salud, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y el cáncer.

¿Qué tal si pudiéramos disfrutar de una satisfacción azucarada sin consecuencias adversas?

Eso es lo que prometen los endulzantes artificiales. Sugieren que puedes tener tu pastel y comerlo sin sufrir las repercusiones metabólicas u hormonales de consumir azúcar real.

Estos endulzantes falsos son omnipresentes en alimentos, bebidas, medicamentos e incluso enjuagues bucales. Los expertos en marketing los posicionan como opciones de endulzantes (o endulzantes sin calorías) más saludables o menos dañinos como el azúcar real. Mientras que algunos investigadores sostienen que los edulcorantes artificiales son seguros en pequeñas cantidades, otros cuestionan su seguridad (especialmente entre los niños). Algunos expertos creen que el aspartamo, la sucralosa y otros edulcorantes artificiales están lejos de ser el sustituto perfecto del azúcar.

¿Qué dice la investigación?

Los investigadores afirman que los edulcorantes artificiales » brindan mejores opciones de alimentos a las personas que buscan reducir calorías y mejorar la palatabilidad de los alimentos». «Sin embargo, muchos de sus supuestos efectos beneficiosos permanecen inválidos en estudios clínicos a gran escala.

Algunas pruebas recientes también cuestionan estos beneficios previamente establecidos». Las investigaciones muestran que en 2008, casi uno de cada cuatro adultos (24 por ciento) consumió una bebida que contenía edulcorantes artificiales.

En lugar de aceptar el hecho de que ¡Estamos comiendo demasiada azúcar! y tratar de comer menos, buscamos una brecha mágica, una manera fácil de evitar hacerlo inteligente», dice Mark Hyman, MD, en Food: What the Heck ¿Debo comer? “Lo vimos con grasas trans y margarina, que se crearon como sustitutos de la mantequilla, pero resultaron ser inseguras para el consumo humano y está sucediendo de nuevo con los edulcorantes artificiales».

Un estudio con roedores encontró que los edulcorantes bajos en calorías llevaron a los animales a comer en exceso «Los edulcorantes artificiales, precisamente porque son dulces, fomentan el deseo de azúcar y la dependencia de esta», dice Yang. En otras palabras, podrían ser los efectos que activan los edulcorantes artificiales los que llevan al aumento de peso.

Recordemos que !todo en exceso es malo!