
En la era digital, la infancia ya no está al margen de la tecnología: vive en ella. En México, más del 50 % de los niños y niñas entre 6 y 11 años utilizan internet, y entre los adolescentes de 12 a 17 años, esta cifra supera el 80 %, de acuerdo con datos del INEGI.
Esta conectividad, aunque abre puertas al aprendizaje y la socialización, también expone a los menores a riesgos digitales que muchas veces pasan desapercibidos para padres y cuidadores.
Lo que inicia como una inocente partida en línea o una nueva amistad en redes sociales puede ser la antesala a peligros como el ciberacoso, el robo de identidad y los deepfakes —imágenes o videos falsos generados por inteligencia artificial (IA) que aparentan ser reales—. Estas amenazas se camuflan detrás de perfiles atractivos, recompensas virtuales o plataformas de entretenimiento, ganando la confianza de menores que, por su corta edad, no siempre son capaces de identificar un riesgo.
Deepfakes: una amenaza que crece sin freno
El problema se agrava con el crecimiento acelerado de los deepfakes. Según el Informe de Fraude de Identidad 2024 de Sumsub, esta práctica se ha cuadruplicado a nivel global en tan solo un año, representando ya el 7 % de todos los intentos de fraude. En México, el uso de deepfakes se incrementó en un alarmante 164 % entre 2023 y 2024.
Y aunque esta tecnología solía ser empleada por adultos malintencionados, hoy también hay adolescentes que la usan para modificar su edad o engañar plataformas sin mecanismos de verificación efectivos. Basta una fotografía y unos segundos para generar una identidad falsa.
«Los niños y niñas tienen una identidad digital más frágil y menos monitoreada, lo que los convierte en objetivos atractivos para los estafadores», advierte Daniel Mazzucchelli, director de Expansión de Sumsub Latinoamérica. «Proteger su presencia en línea es una responsabilidad colectiva que empieza con una óptima verificación de identidad y edad».
Herramientas tecnológicas para protegerlos
Frente a este panorama, algunas plataformas están tomando cartas en el asunto con tecnologías avanzadas de verificación de identidad, como las desarrolladas por Sumsub. Estas soluciones permiten:
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Estimar la edad real del usuario mediante análisis facial con IA, sin almacenar datos sensibles.
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Detectar imágenes manipuladas o falsas.
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Validar documentos oficiales de manera inmediata.
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Requerir el consentimiento verificable de padres antes de registrar a un menor.
“En un entorno cada vez más automatizado, la tecnología de verificación se convierte en una barrera crítica para impedir que actores maliciosos se hagan pasar por menores o interactúen con ellos sin consentimiento”, señala Mazzucchelli.
Videojuegos: entretenimiento con doble filo
Los videojuegos en línea, una de las actividades favoritas de niñas y niños, también representan un riesgo. Aunque pueden ser espacios de diversión y socialización, a menudo se convierten en canales de contacto para adultos con intenciones de acoso o explotación.
El mismo informe de Sumsub revela que la industria de videojuegos enfrenta una tasa de suplantación de identidad del 2.3 %, situándola entre los cinco sectores más afectados por este tipo de fraude. Esto es especialmente preocupante, considerando que muchos menores interactúan en estos entornos sin supervisión directa ni filtros adecuados.
¿Qué pueden hacer madres, padres y tutores?
La mejor protección empieza en casa. Más allá de la tecnología, la clave está en el acompañamiento activo y la comunicación constante. Algunas recomendaciones clave son:
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Acompaña el uso de internet de tus hijos e hijas. No se trata de vigilar, sino de estar presentes.
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Utiliza herramientas de control parental y filtros de contenido.
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Habla con ellos sobre los peligros en línea y enséñales a no compartir fotos, datos personales ni aceptar solicitudes sospechosas.
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Fomenta la confianza para que te cuenten cualquier situación incómoda.
Una red de protección entre todos
En el marco del Día del Niño y la Niña en México —una fecha para reconocer sus derechos y promover su bienestar— es urgente reforzar la seguridad infantil en el entorno digital. No basta con controles en casa. Necesitamos un trabajo conjunto entre familias, instituciones educativas, plataformas tecnológicas, empresas y gobiernos para construir una red de protección que permita a la infancia disfrutar de internet de forma segura.
Crear espacios digitales donde los menores puedan aprender, jugar y desarrollarse sin miedo es una tarea que nos corresponde a todos. La infancia merece un entorno que no solo le brinde oportunidades, sino que también garantice su integridad y privacidad.