
En medio de un alarmante repunte de casos de tosferina en México, autoridades sanitarias y expertos en vacunología advierten sobre la pérdida progresiva de inmunidad contra esta enfermedad y la urgente necesidad de aplicar refuerzos cada diez años.
La tosferina, también conocida como pertussis, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Aunque la vacunación ha reducido significativamente su incidencia, la inmunidad conferida por la vacuna no es permanente. Según Rodrigo Romero Feregrino, coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunología (AMV), la protección disminuye con el tiempo, lo que hace necesario aplicar refuerzos cada década para mantener la defensa contra la enfermedad.
La situación actual en México es preocupante. En el último mes y medio, se han registrado 809 casos de tosferina, con 48 muertes, todas en menores de un año. Esta cifra representa un aumento del 1,240% en comparación con el mismo período del año anterior. La tasa de letalidad actual es del 6%, una cifra inusualmente alta.
Ante este panorama, el gobierno ha iniciado la primera Semana Nacional de Vacunación desde la pandemia, enfocándose especialmente en mujeres embarazadas a partir de la semana 20 de gestación. La vacunación materna es crucial, ya que permite la transmisión de anticuerpos al feto, brindando protección al recién nacido durante sus primeros meses de vida, cuando es más vulnerable a la enfermedad.
Sin embargo, los expertos señalan que la vacunación de las embarazadas no es suficiente. Alejandro Macías, especialista en enfermedades infecciosas, enfatiza la importancia de la estrategia «capullo», que consiste en vacunar a todas las personas que rodean al recién nacido para crear un entorno seguro y reducir el riesgo de contagio.
La disminución de la inmunidad no solo afecta a los niños, sino también a adolescentes y adultos. La vacuna hexavalente, que se administra en la infancia, pierde eficacia con el tiempo. Por ello, se recomienda aplicar refuerzos cada diez años para mantener la protección. Además, la inmunidad natural adquirida tras una infección también disminuye progresivamente después de la primera década.
La baja cobertura de vacunación, cambios en los esquemas de inmunización y posibles mutaciones bacterianas son factores que contribuyen al resurgimiento de la tosferina. Además, la escasez de la vacuna TDPA para adultos complica aún más la situación. Mauricio Rodríguez, portavoz del programa de riesgos epidemiológicos de la UNAM, señala que la producción de vacunas más rentables, como la hexavalente y pentavalente, ha desplazado la fabricación de la TDPA, dificultando su disponibilidad en el mercado.
La tosferina no es exclusiva de México. En Estados Unidos, los casos se han duplicado en 2025, superando los 8,400, aunque las muertes son significativamente menores. En la Unión Europea, se reportaron 19 muertes entre enero de 2023 y abril de 2024, la mayoría en menores de un año y adultos mayores de 60 años.
Para combatir eficazmente la tosferina, es esencial mantener esquemas de vacunación actualizados y aplicar refuerzos periódicos. La educación y concienciación sobre la importancia de la vacunación son fundamentales para prevenir brotes y proteger a las poblaciones más vulnerables.