Macario Martínez conquista el Lunario con su fusión de alma y tradición

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El Lunario del Auditorio Nacional fue el escenario ideal para que Macario Martínez desplegara su propuesta sonora: una mezcla poderosa de folk, trova, pop y sonoridades del México profundo. La velada, que tuvo lugar el pasado fin de semana, reunió a seguidores fieles, nuevas audiencias y figuras del medio artístico que reconocen en Macario a uno de los talentos más singulares de su generación.

Con una escenografía minimalista, luces cálidas y arreglos cuidadosamente ejecutados, Macario abrió el concierto con “El Silencio que Habla”, tema que forma parte de su nuevo álbum Raíz del Canto. La emoción fue inmediata: su voz, cargada de matices y verdad, se impuso sobre un auditorio expectante.

Letras con peso, música con raíz

A lo largo de casi dos horas, Macario compartió un repertorio que transitó entre lo melancólico, lo esperanzador y lo profundamente poético. Cada canción fue presentada con una breve anécdota o reflexión, generando una conexión directa con el público.

Temas como “Apenas el Alba”, “Nido” y “De dónde viene el viento” fueron coreados con fervor. Las letras, cargadas de simbolismo y sensibilidad social, son el sello distintivo del cantautor, quien ha sido comparado con figuras como Silvio Rodríguez, Fernando Delgadillo y Jorge Drexler, aunque con una voz propia e inconfundible.

Invitados especiales y ovaciones sinceras

El momento más ovacionado de la noche llegó cuando Macario invitó al escenario a la cantautora Vivir Quintana, con quien interpretó “Canto de las ausencias”, una pieza que honra a las mujeres desaparecidas en México. La emotiva interpretación llevó a varios asistentes al borde de las lágrimas y fue recompensada con una ovación de pie.

También participaron músicos de trayectoria como Chema Arreola en la percusión y Natalie Reyes en el violín, quienes aportaron texturas sonoras únicas que enriquecieron el concierto.

Macario, un artista que no olvida el mensaje

Más allá del virtuosismo musical, el concierto fue un ejercicio de memoria, conciencia y comunidad. Entre canción y canción, Macario habló de temas como la migración, la violencia de género, la justicia climática y la salud mental, sin perder nunca el tono poético que lo caracteriza.

“No vine a dar un espectáculo. Vine a compartir lo que soy y lo que me duele, lo que celebro y lo que me conmueve”, dijo ante un público que respondió con calidez y respeto.

Lo que sigue para Macario Martínez

Tras este concierto en el Lunario —uno de los recintos más emblemáticos para artistas emergentes y consolidados—, Macario anunció una gira por distintas ciudades de México y América Latina, así como la grabación de un documental sobre el proceso creativo de Raíz del Canto, su disco más personal hasta ahora.

Con este paso, Macario Martínez consolida su presencia en la escena independiente y deja claro que la música puede ser tan íntima como política, tan bella como urgente.

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