Lavar el pollo crudo aumenta el riesgo de una intoxicación alimentaria, mucha gente puede pensar que lavar el pollo es bueno pero no es así.
En el 2019, los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos afirmaron a través de su cuenta de Twitter que el lavado del pollo puede propagar los gérmenes a otros alimentos o utensilios de la cocina, lo que puede poner en peligro la seguridad alimentaria de las personas.
Por su parte, la Facultad de Enfermería y Profesionales de la Salud de la Universidad de Drexel, en colaboración con la Asociación para la Educación en Seguridad Alimentaria (PFSE) y la Universidad Estatal de Nuevo México, explicaron por qué lavar el pollo es una práctica riesgosa.
- Lavar el pollo aumenta el riesgo de: Salmonella, Campylobacter y otras bacterias dañinas. Cada vez que lave el pollo, le entrega a estas bacterias una forma de viajar por toda la cocina.
- Se recomienda limpiarlo con una toalla de papel limpia para remover la capa de agua y proteína que trae desde las fábricas, y luego lavarse las manos.
- Siempre separar el pollo crudo de alimentos frescos y listos para comer.
- Cocine el pollo a una temperatura de 73 °C para matar cualquier bacteria peligrosa.
- Mantenga todas las superficies de la cocina limpias, lavándolas con agua caliente y jabón
La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido también había advertido que lavar el pollo antes de cocinarlo aumenta el riesgo de propagación de la bacteria campylobacter en las manos, las superficies de trabajo, la ropa y utensilios de cocina.
Cabe mencionar que la Agencia hizo esta advertencia en junio de 2014, tras descubrir que en ese país el 44 % de las personas lavan el pollo antes de cocinarlo.
ALERTA DEL SÍNDROME DE GUILLAIN-BARRÉ EN EL POLLO
Once casos confirmados de un trastorno poco frecuente, pero que puede afectar a cualquier persona, mantienen en alerta a las autoridades del Estado de Tlaxcala. Se trata del síndrome de Guillain-Barré, en el cual el sistema inmune ataca al sistema nervioso provocando la inflamación de los nervios. Causa debilidad muscular y en algunos casos una parálisis progresiva. Los primeros síntomas suelen ser hormigueo en los pies y en las manos.
Aunque se desconoce su causa exacta, uno de los factores de riesgo más comunes es la infección por la bacteria Campylobacter jejuni, precisamente el origen comprobado en ocho de los pacientes, según la información oficial. Hasta ahora, el total de casos sospechosos en la entidad es de 37. La Secretaría de Salud de Tlaxcala menciona la carne de pollo como una posible fuente de infección en su alerta epidemiológica del 5 de marzo pasado, dirigida a unidades médicas de primer y segundo nivel de atención, pero no lo ha corroborado.
El infectólogo Alejandro Macías, quien fue comisionado especial en México para la atención de la pandemia de influenza A (H1N1) en 2009, explica por teléfono que cada año se estiman en el país alrededor de 1.000 casos del síndrome. “Las infecciones por Campylobacter jejuni generalmente son por contaminación fecal y muy frecuentemente por contaminación de carne de pollo.
A partir de esta carne se puede contaminar, por ejemplo, si estás preparando pollo crudo y estás preparando a un lado un lote de vegetales que te vas a comer crudos. El pollo no te va a enfermar porque lo vas a cocinar, pero el vegetal crudo que contaminaste por contaminación cruzada sí te va a enfermar.
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