En algunas ocasiones nos preocupamos mucho por el cuidado de nuestra cara, que si la crema hidratante, el facial, el protector solar, etc.
A contrario del cabello, que si la tenaza, la secadora, el medio ambiente, el champú cualquiera, etc. Hasta nuestro cuerpo solemos cuidarlo más que nuestro cabello.
¿Sabías que tu cabello también ocupa una mascarilla? ¿Qué tu cabello necesita una rutina de cuidado? Pero no te preocupes aquí están uno tips para hacer una excelente rutina para el cuidado del cabello.
Repensando la forma en que nos lavamos el cabello
Los tratamientos generalmente a base de aceites se aplican al cabello seco para evitar que absorba demasiada agua cuando se hace espuma en la ducha.
Científicamente hablando el cabello es estructuralmente más débil y propenso a dañarse cuando está mojado. Cada hebra de cabello, compuesta por queratina, está encerrada en una capa externa llamada cutícula.
El problema es que la cutícula es similar a una escala, lo que permite que el agua se filtre a través de sus huecos en la corteza de la hebra, comenzando en el momento en que se empapa. Y cuanto más tiempo permanezca mojado el cabello, más se absorberán y se hincharán los mechones con agua, estirando la cutícula y causando debilidad. ¿El resultado? Frustraciones continuas del cabello.
¿Cuál es el daño?
Dejar el cabello saturado puede ser realmente dañino (especialmente si te coloreas o tratas químicamente el cabello): la cutícula puede agrietarse y permanecer levantada mientras se encoge, lo que hace que el cabello se sienta áspero, dividido y más. ¿Crees que el clima está causando todo ese frizziness? Piensa otra vez: el frizz es, literalmente, el resultado de las cutículas abiertas por la absorción excesiva de agua. Y las cutículas abiertas permiten una mayor absorción de agua, dejando a la corteza cada vez más vulnerable en un ciclo continuo de daño. Si alguna vez te has sentido frustrada por una mala racha de peinados, un nuevo peinado podría no ser la mejor solución.
Es hora de reencontrarse con el prelavado
En estos días, los pre-poos se han ganado el derecho a ser una parte esencial de la rutina de la ducha gracias a tener fórmulas mucho más avanzadas que antes para hacer que tu cabello sea hidrofóbico desde adentro hacia afuera, protegiéndolo contra el exceso de absorción de agua. Se ha demostrado que reducen la hinchazón del cabello en un 46%, lo que lo deja más suave, fuerte y fácil de peinar, a la vez que mantiene el pH natural del cabello. Lo ideal es que solo tengas que rociarlo sobre el cabello seco dos minutos antes de saltar a la ducha, así que no tengas que agitar tus pulgares mientras esperas.
El punto es que sometemos nuestros mechones a diario, y repensar los pasos de nuestro cuidado del cabello es lo menos que podemos hacer para ayudar a mantener su salud. Nuestra piel no es lo único que merece una rutina más limpia e inteligente, después de todo.
