La alianza entre la moda y fama
Tiene todo el sentido del mundo, ¿moda y fama? El regreso de los megaconciertos de estrellas como Beyoncé y Taylor Swift no solamente es un éxito de taquilla, sino que implica toda una alianza estratégica con los creadores de moda y de tendencias.
El vestuario lucido en el escenario permite a los diseñadores obtener una publicidad masiva.
Los senos cónicos de Madonna, por ejemplo, ayudaron a convertir al diseñador francés Jean Paul Gaultier en un nombre mundialmente conocido a principios de la década de 1990.
Muchas estrellas de la música desean comunicar con su ropa. El respaldo de una estrella del pop puede tener un impacto inmediato en el volumen de negocios de una marca.
Ventas voladoras
Las ventas de sombreros de vaquero con pedrería aumentaron más de un +1.600 por ciento después de que Beyoncé usara uno para su gira «Renacimiento», según la plataforma Klarna.
La plataforma especialista en datos Launchmetrics estimó que Alexander McQueen vio cómo su volumen de ventas aumentaba en 7,7 millones de dólares gracias a sus trajes diseñados para Beyoncé, mientras que las ventas de Versace aumentaron 6,3 millones gracias a Swift.
El diseñador David Koma dijo a Vogue que uno de sus vestidos se agotó en un día después de ser usado por Beyoncé, mientras que sus seguidores en Instagram aumentaban de golpe en un +53 por ciento.
Para nosotros el objetivo no es realmente las ventas sino la imagen y la publicidad que conlleva alinearse con un artista importante que luce bien con nuestra ropa y se ajusta a nuestra estética.
Diseñadores de Dsquared2, Dean y Dan Caten, que han vestido a Beyoncé.
Fama extrema
Swift utiliza un promedio de 13 trajes cada noche de su gira Eras. El vestuario incluye vestidos de gala para la sección country, conjuntos con lentejuelas para los éxitos pop y vestidos vaporosos para sus incursiones en el folk.
Marcas de alta costura como Cavalli, Louboutin o Versace colaboraron con el proyecto, aunque inicialmente la elección no estaba tan clara.
«Los diseñadores de lujo en principio no estaban tan interesados en asociarse con Taylor porque su presentación como estrella pop era más sencilla, a diferencia de Beyoncé o Lady Gaga», explica Satu Hameenaho-Fox, autora de «Into the Taylor-Verse».
Pero el nivel de su fama se ha vuelto tan extremo que se ha encaramado al panteón de los grandes compositores estadounidenses. Sin ser muy audaz en su estilo (Swift) se ha vuelto casi un símbolo de la elegancia, y cualquier marca se beneficia al estar asociada» con ella, explica esta experta.
¿Te hace sentido la moda y la fama juntas?
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