El kéfir es una bebida fermentada, cremosa y fácil de preparar en casa. Se trata de un excelente probiótico que facilita la digestión y refuerza las defensas, también se le conoce como búlgaros de leche o tibicos de agua.
¿QUÉ ES?
El kéfir es un producto lácteo líquido, elaborado de manera fermentada, compuesto por gran número de probióticos y otros ingredientes beneficiosos para la salud. Se denomina kéfir tanto a los gránulos con los que se fermenta la leche, como al producto final.
La fermentación con la que se obtiene esta bebida es doble: ácido-láctica, por la acción bacteriana y alcohólica, por las levaduras. Esta fermentación se consigue dejando los gránulos en leche durante 24 horas; éstos cuentan con muchas proteínas y microorganismos como aromas, levaduras y bacterias, los que se encargan de producir el ácido láctico. Y todo esto contribuye a reforzar nuestro sistema inmunológico, regular el colesterol y favorecer la digestión, entre otros beneficios.
Asimismo, es posible dejar fermentar los gránulos de kéfir en agua con piloncillo, en este caso, al kéfir también se le conoce como tibicos, este kéfir de agua no es tan popular como el de leche.
KÉFIR DE LECHE
El kéfir de leche es el tipo de bebida de kéfir más conocida y ampliamente disponible, que generalmente se vende en la mayoría de los supermercados principales y en casi todas las tiendas de alimentos naturales. La mayoría de las veces, el kéfir de leche se hace con leche de cabra, de vaca o de oveja, pero algunas tiendas también contienen kéfir de leche de coco , lo que significa que no contiene lactosa, lácteos o leche real.
Una vez fermentado, el kéfir de leche tiene un sabor agrio que es algo similar al sabor del yogur griego . La intensidad del sabor depende de la duración del fermento del kéfir; un proceso de fermentación más largo generalmente conduce a un sabor más fuerte y desagradable e incluso produce algo de carbonatación, que resulta de la levadura activa.
El kéfir de leche no es naturalmente dulce por sí solo, pero se le pueden agregar otros sabores para aumentar el sabor y hacerlo más atractivo. La mayoría de los kéfirs comprados en la tienda tienen sabores adicionales como frutas o azúcar, pero se puede endulzar y dar sabor con miel, extracto de vainilla o extracto de stevia orgánico. También puedes agregar frutas como plátano, manzana, fresa o arándanos para aumentar aún más el contenido de nutrientes.
KÉFIR DE AGUA
El kéfir de agua puede tener un sabor más sutil y una textura más ligera que el kéfir de leche, y normalmente se hace con agua azucarada, puede ser endulzada con miel o algún sustituto de azúcar. El kéfir de agua se fabrica de manera similar al de leche. Al igual que el kéfir de leche, el de agua, se puede endulzar en casa con algún ingrediente natural y es una excelente alternativa saludable a tomar cosas como refrescos o jugos de frutas procesadas.
Puedes beber kefir de agua por sí solo, o intentar tomar kéfir de agua con jugo de limón, lima, menta o pepino recién exprimido para dar sabor a tu probiótico de agua de manera natural, o hacer una alternativa de soda saludable combinando los tibicos con agua mineral para obtener una bebida carbonatada prácticamente sin azúcar.
No importa el tipo que elija consumir, busca una marca de alta calidad que sea preferiblemente orgánica o puedes hacerlo en casa para hacerlo aún mas natural donde tienes control sobre la cantidad de azúcar que se usa. Todos los tipos de kéfir deben refrigerarse, y es mejor mantenerlos en botellas de vidrio, ya que, en recipientes de metal puede filtrarse toxinas dañinas en el kéfir y hacer que los beneficios no sea loas esperados.
BENEFICIOS
La mayoría de los beneficios del kéfir derivan de su carácter probiótico y de las modificaciones que produce en la leche.
1. CUIDA LA MICROBIOTA Y LAS DEFENSAS
Como probiótico ayuda a regenerar la flora intestinal y se indica en indigestión, estreñimiento o diarrea, así como para estimular las defensas del organismo.
2. HACE LA LECHE MÁS DIGERIBLE
Reduce enormemente su contenido en lactosa (principal causante de intolerancia) transformándola en ácido láctico. baja la cantidad de lactosa y ayuda a diluir mejor la grasa, por lo que es más tolerada por quienes no asimilan bien la leche.
3. PREVIENE MOLESTIAS DIGESTIVAS
El estreñimiento o la diarrea mejoran en función del tiempo que se hayan dejado los gránulos en la leche. Si se cuela a las 24 horas, la leche de kéfir hace un ligero efecto de laxante, si se deja más tiempo, además de resultar más ácida, se va volviendo astringente.
4. FORTALECE LOS HUESOS
Previene la osteoporosis, una enfermedad que incrementa el peligro de padecer fracturas, muy común en mujeres a partir de la menopausia. También es rico en vitamina K, clave para metabolizar el calcio.
COMO PREPARAR KÉFIR
La fermentación es un proceso sencillo que puedes realizar en casa. Solo necesitas recipientes de vidrio, evita utensilios de metal, incluido el colador, ya que, los gránulos de kéfir tienen un pH ácido y pueden reaccionar con los metales. La mejor opción es el plástico y el vidrio (cuchara, colador, recipiente) en este caso.
LECHE DE KÉFIR.
Puedes utilizar cualquier tipo de leche que encuentres el supermercado, incluso las vegetales, siempre y cuando, sea fresca y contenga lactosa, pues de eso se alimentan los gránulos. Coloca los gránulos de kéfir en el recipiente de vidrio con la leche y dejarlo fuera del refrigerador durante uno o dos días.
Calcula una cucharada de gránulos por una taza de leche. Los granos absorben el azúcar de la leche y empiezan a multiplicarse. Al pasar las horas, comprobarás cómo aparece el suero, ese líquido amarillento que suelta el kéfir, y cuanto más tiempo pase, más agrio será. Una vez pasado ese tiempo, deberás colar los gránulos con un colador de plástico, y estará listo tu yoghurt o leche de kéfir.
KÉFIR DE AGUA
Mezcla cuatro trozos de piloncillo o tres cucharadas grandes de azúcar con un litro de agua, agrega 4 cucharas de los gránulos de kéfir, cubre con una servilleta o tapa de vidrio y deja fermentar 48 horas (menos o más según te guste de fuerte).
Después puedes colarlo y agregar un limón, o puedes dejarlo al natural, y al refrigerador. El refrigerador es básico para que fermente más y genere esa efervescencia típica de las bebidas gaseosas. Lo puedes tomar como agua de uso.
CÓMO CONSERVAR EL KÉFIR
Cada dos semanas es aconsejable lavar los gránulos y el recipiente con agua tibia, no clorada, y dejarlos en agua mineral unas 12 horas.
Si algún gránulo amarillea, se debe desechar, dejando únicamente los que tengan un aspecto saludable. Si nos sobra kéfir, o tenemos que ausentarnos unos días, se puede conservar sumergido en leche o en agua con suficiente piloncillo o azúcar, dentro del refrigerador para hacer que la fermentación sea mas lenta y dure 4 o 5 días.
En general, los gránulos no se venden, aunque se pueden comprar por internet y en algunas tiendas dietéticas. A medida que se utilizan los gránulos, van creciendo. Cuando la cantidad es excesiva, hay que retirar los sobrantes, que se pueden regalar a familiares y amigos, o puedes utilizarlo para mascarillas o nutrientes para tus plantas.