La lucha contra el cáncer, una de las principales causas de mortalidad en América Latina, ha entrado en una nueva era gracias a los avances en inteligencia artificial (IA). Con más de 91 mil muertes al año solo en México, y una proyección de aumento del 59.3% en los casos de cáncer para 2045 en la región según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la necesidad de innovación es urgente.
En este contexto, instituciones líderes como Mass General Brigham, reconocidas por su excelencia médica a nivel global, están empleando IA para transformar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento del cáncer. A continuación, se presentan tres iniciativas clave impulsadas por esta tecnología que ya están marcando una diferencia tangible.
1. IA para detectar efectos adversos por inmunoterapia
Los tratamientos con inhibidores de puntos de control inmunitario (ICI) han mejorado el pronóstico de muchos pacientes con cáncer, pero también pueden causar efectos secundarios graves si el sistema inmune ataca tejidos sanos. Detectar estas reacciones a tiempo es fundamental.
Un equipo de Mass General Brigham desarrolló un modelo de IA de código abierto capaz de analizar expedientes clínicos y detectar efectos adversos en solo 9 segundos, con una precisión del 94.7%. Esta herramienta reduce la carga de trabajo del personal médico y permite actuar con mayor rapidez, mejorando la seguridad del paciente.
2. Detección temprana del cáncer con imágenes médicas y modelos fundacionales
Dirigido por el Dr. Hugo Aerts, un equipo desarrolló un modelo fundacional de IA para imágenes médicas, capaz de identificar biomarcadores en tomografías computarizadas, incluso con escasos datos clínicos. Mediante un enfoque de aprendizaje autosupervisado, el modelo aprendió a identificar patrones relevantes en más de 11 mil lesiones sin necesidad de etiquetas previas.
Esta tecnología es particularmente valiosa en cánceres poco frecuentes, donde la información es limitada. Al facilitar un diagnóstico más temprano y preciso, se abre la puerta a tratamientos más eficaces y personalizados.
3. IA como apoyo en la comunicación médico-paciente
El vínculo entre médicos y pacientes también está siendo mejorado con IA. Un estudio del Brigham and Women’s Hospital evaluó el desempeño de ChatGPT 4.0 para responder preguntas comunes de pacientes oncológicos. En el 80% de los casos, los médicos consideraron que las respuestas no necesitaban correcciones.
Aunque prometedor, este uso de IA todavía debe ser supervisado. Como advierte la Dra. Danielle Bitterman, existe el riesgo de que respuestas erróneas, aunque bien redactadas, afecten decisiones clínicas. Por ello, la IA debe utilizarse como herramienta complementaria, no como sustituto del juicio médico.
Una herramienta con gran potencial y responsabilidad
Los desarrollos liderados por Mass General Brigham ilustran cómo la IA puede agilizar procesos clínicos, mejorar la precisión diagnóstica y aliviar la carga del personal de salud. Sin embargo, también dejan claro que su implementación debe ir acompañada de principios éticos, validación científica y supervisión profesional.
En la lucha contra el cáncer, cada segundo cuenta. Y si bien la IA no es una solución mágica, su correcto uso podría salvar vidas, optimizar recursos y mejorar sustancialmente la calidad de atención.
